Para BMJ Global Health, las medidas draconianas impuestas por los EEUU niegan oportunidades e impiden el acceso a la información. El impacto tiene “vasto alcance” y mina desde las raíces “la investigación y las publicaciones” mundiales. Irán es el tercer país del mundo en número de profesionales graduados en Ingeniería y Ciencias. El boicot académico no ayuda a lograr objetivos políticos.
Teherán (AsiaNews) - Las sanciones de los EEUU contra la República Islámica de Irán, una de las naciones “más importantes del mundo en el campo de la investigación científica”, están limitando seriamente el progreso global. Es lo que afirma BMJ Global Health, una autorizada publicación británica, según la cual las medidas “draconianas” que Washington impone contra Teherán han impedido que los investigadores iraníes accedan a “oportunidades para publicar sus investigaciones, participar de encuentros y acceder a información e insumos esenciales”.
Según el semanario científico, este tipo de medidas punitivas terminan perjudicando la colaboración internacional entre investigadores y por tanto, la capacidad de las naciones para responder a las crisis sanitarias. Las sanciones terminan aumentando las desigualdades, tanto aquellas internas como entre las naciones.
El origen de la tensión entre Irán y los Estados Unidos, que ha desatado una gravísima crisis económica, radica en la decisión adoptada por el presidente Donald Trump en mayo del año pasado, de retirarse del acuerdo nuclear (JCPOA) firmado en 2015. La Casa Blanca ha introducido las sanciones más duras de la historia, reforzando su presencia militar en el área y aniquilando las exportaciones de petróleo, perjudicando seriamente a la población.
Para muchos analistas, estas medidas representan una de las “armas” más pesadas en el contexto de la “guerra económica” que Washington libra contra Teherán. Esta política de “máxima presión” afecta seriamente a la población, provocando la falta de medicamentos y fármacos para quimioterapia, como fue denunciado recientemente.
En lo que respecta al campo de la investigación, para los expertos de BMJ Global Health, el impacto económico y sanitario de las sanciones es de “vasto alcance” y se extiende a todo el Oriente Medio, minando desde la raíz “la investigación y las publicaciones”.
Hoy en día, son muchas las agencias internacionales y los institutos de investigación que han interrumpido la colaboración con entidades iraníes, por temor de terminar en la mira de los Estados Unidos. La revista británica recuerda que, a nivel mundial, Irán se ubica en el tercer puesto por número de graduados en Ciencias e Ingeniería y por su grado de educación universitaria. Además, la República Islámica figura 12ma en el mundo por su impacto en el conocimiento, y en el puesto 32 por publicaciones científicas y técnicas. En 1996, el país se clasificó en el primer puesto por la colaboración internacional en investigaciones publicadas; casi 20 años después, en el 2017, figuraba último.
Según el departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad de Stanford, el mejor ateneo para la preparación de futuros profesionales del sector es, sin lugar a dudas, la Sharif University of Technology, en Teherán. Un primado que ha quedado confirmado por el creciente número de innovaciones científicas, productividad, patentes y por su impacto en el conocimiento, como subraya BMJ Global Health.
Sin embargo, en la práctica, el bloqueo en el sistema de pagos, previsto en el marco de las sanciones, ha interrumpido la publicación de artículos e investigaciones, el registro, las conferencias y la inscripción a organizaciones donde se congregan profesionales de nivel. Esto ha empujado a muchas revistas y editores a rechazar la publicación de documentos e investigaciones provenientes de Irán.
“Las pruebas disponibles -afirman los expertos- muestran que el boicot académico no es un instrumento eficaz para lograr objetivos políticos”, ya que solo termina impidiendo la asistencia sanitaria de sujetos vulnerables y carenciados. Estos medios, concluyen los investigadores, “violan las libertades de los investigadores y reducen los avances. Es necesario que haya un libre intercambio de ideas, independientemente del credo, para optimizar el progreso científico global”. A todo esto se suma la serie de arrestos sufridos por científicos iraníes que, tras haber recibido un permiso para ejercer la investigación en los EEUU y haber puesto un pie en territorio americano, son llevados por la fuerza y encerrados por las autoridades.