Condenado el gobernador de Ferghana: insultó las barbas y el velo islámico

Shuhrat Ghaniev ídió disculpas después de haber denigrado los símbolos exteriores de la religión islámica. Desde 1998 una ley uzbeka prohibe a las mujeres musulmanas vestir ropa que cubran la cabeza en público, excepto para las ceremonias religiosas. El fundamentalismo usado como “pretexto” para reprimir el disenso.

 


Tashkent (AsiaNews/Agencias) – El Senado de Uzbekistán condenó al gobernador de la región de Ferghana a tres meses de libertad vigilada. La semana pasada Shuhrat Ghaniev atrajo sobre sí la indignación de la opinión pública y de la política con algunos comentarios considerados ofensivos en relación con la religión islámica contra las barbas largas de los hombres y el velo que usan las mujeres.

Durante un comicio en su región, Ghaniev había lanzado una advertencia a los administradores del distrito. “Recuerden esto-dijo-queridos gobernadores: si veo una mujer que lleva el velo en nuestros encuentros oficiales-no me interesa si sea una jefa de un barrio, una comerciante, una activista o una abogada- yo le quitaré el velo y se lo haré comer”.

En lo que se refiere a las largas barbas masculinas, signo exterior de los hombres de fe musulmana, las definió “desagradables” y que incitan al extremismo islámico.

Ghaniev después ´pidió disculpas públicas con tal de evitar la medida restrictiva impuesta por la rama parlamentaria de la cual es miembro. El político es conocido por sus declaraciones a menudo exageradas y coloridas, tanto que se dirige a los colegas rivales con el apelativo de “estúpidos”.

La región oriental de Ferghana está entre las zonas más pobladas de la ex República soviética, con cerca de 3,6 millones de habitantes. De todos modos, en el país las autoridades desde hace tiempo imponen un rígida política de control de las manifestaciones exteriores de la religión, limitando el uso del hijab en las escuelas y en las oficinas. Desde 1998 una ley prohibe a las mujeres musulmanas vestir ropa que cubran la cabeza en público, excepto para las ceremonias religiosas.

En todos los países de Asia central el peligro de una derivación fundamentalista de las nuevas generaciones se advirtió como una cuestión de máxima urgencia por parte de las autoridades. Por esto los gobiernos limitan el número de las partidas para las peregrinaciones a la Meca, realizan detenciones arbitrarias a presuntos extremistas que confiesan bajo torturas. Sin embargo los expertos evidencian el riesgo que el terrorismo islámico sea usado como “pretexto” por los gobiernos para reprimir el disenso interno.