Obispos maronitas con Aoun: acelerar la repatriaciĆ³n de los refugiados sirios y combatir el contrabando

La Conferencia episcopal reunida en Bkerké manifestó apoyo a la intervención del presidente en la 74° Asamblea general ONU. Para Aoun ellos son una “seria amenaza” para el futuro de la nación. De los prelados la petición de medidas punitivas contra los tráficos ilegales y el derrocho de fondos públicos. 

 


Beirut (AsiaNews/Agencias) - La Conferencia de los obispos maronitas, reunidos en la sede patriarcal de Bkerké, confirmó el apoyo al presidente Michel Aoun, que la semana pasada en la 74° Asamblea Asamblea general de la ONU denunció-una vez más-la crisis de los refugiados sirios. Un problema viejo que se arrastra desde hace años, al cual se unen otros problemas gravísimos según los prelados, que oscurecen el futuro del país: entre los tantos, la corrupción y el contrabando.

Interviniendo en la Asamblea, el presidente libanés había afirmado que los refugiados sirios-casi un cuarto de la población libanesa-  son una “seria amenaza” sobre el futuro de la nación y sus objetivos de desarrollo.

La posición del presidente, afirman los obispos maronitas, demuestra “la gravedad de la crisis en el Líbano” y las “soluciones necesarias para su salvación”. En particular, prosiguen los obispos en una declaración difundida como conclusión del encuentro, la petición a los líderes mundiales de contribuir “en un retorno seguro y digno” de los refugiados a su país.

Hoy para los prelados, ya existen las condiciones favorables para el retorno “a la gran parte de las provincias sirias”, como confirman también las “relaciones internacionales”. Las palabras de los obispos parecen por lo tanto confirmar una posición difundida entre la dirigencia política e institucional en Beirut, ya propensa en acelerar la política de las repatriaciones.

Además de los refugiados sirios, los obispos maronitas han tocado otros temas otros temas centrales en la vida política del país, entre los cuales las dificultades económicas y las continuas cuestiones de corrupción. El Líbano no puede promover las reformas, sostienen los prelados, a menos que “todos no abandonemos el derroche de fondos públicos, al contrabando de bienes a través de pasos fronterizos legales o ilegales y no se combata la corrupción en modo valiente y omnicomprensivo, sin tomar en consideración nada menos que el bienestar público”.   

En concreto, la Conferencia de los obispos maronitas expresó “alivio” por la circular emitida el día antes por el Banco central libanés (BDL), que prevé un mecanismo para regular la financiación de las importaciones de trigo, remedios, carburante (gasolina, petróleo, gas). “Esperemos-concluyen los prelados- que esta medida pueda aliviar los temores de los libaneses y permitirá al gobierno encontrar una solución a la crisis económico y financiera”.