Iraq, protestas anti gubernamentales: 21 muertos y más de 300 heridos. Líderes religiosos preocupados

Los manifestantes han tratado de forzar el bloqueo y entrar en la “Zona verde”, Dos víctimas en Bagdad, otras 3 en Nassyria. Al menos 68 heridos entre las fuerzas de seguridad. Un manifestante: “No tenemos hambre, pedimos dignidad”. Al- Sistani invita a la “moderación” y a evitar el “caos”.

 


Bagdad (AsiaNews)- Los líderes iraquíes están siempre más preocupados por la derivación violenta asumida por las protestas anti gobierno, que registran también por la jornada de ayer nuevas víctimas y heridos. Después del llamamiento del patriarca caldeo, el Card. Louis Raphael Sako, que había pedido a los vértices del ejecutivo escuchar los legítimos “pedidos” de un pueblo en dificultad, ayer intervino el gran ayatolá Al- Sistani, invitando a la “moderación” y a evitar el “caos”.

Sin embargo, las exhortaciones de los jefes religiosos cristianos y musulmanes parecen destinados a caer en el vacío, porque en la sola jornada de ayer se registraron 21 víctimas y centenares de heridos en todo el país, por un saldo que todavía es provisorio y privado de confirmaciones oficiales. Las manifestaciones iniciaron ya desde las primeras horas de la mañana cerca de la “Zona verde” en Bagdad, capital de Irak. Testigos afirman que la policía usó la fuerza para dispersar a los manifestantes, que trataban de crear una brecha en el cordón de seguridad e irrumpir en la zona fortificada de máxima seguridad, lugar donde están las sedes  institucionales y de la representaciones diplomáticas. 

No obstante las medidas adoptadas por el gobierno, entre las cuales un gran desplazamiento de fuerzas del orden, los manifestantes han bloqueado algunos entre los puntos más importantes de la capital, que conectan el sector diplomático con la plaza Tahrir, epicentro de la protesta. “Los policías- refiere una fuente- han usado cañones de agua para dispersar a la multitud”.

Dos víctimas se registraron en la capital, centradas en pleno rostro por los lacrimógenos que tiró la policía para dispersar a la multitud. Otras 3 víctimas se cuentan en Nassyria donde un grupo de milicianos habría abierto el fuego contra los manifestantes, pero los muertos se cuentan en varias partes del país. Los heridos serían al menos 350. Para el ministerio iraquí del Interior hay también 68 heridos entre los agentes y miembros de las fuerzas de seguridad. 

Las manifestaciones han involucrado también a otras importantes como Bassora en el sur y Thi Qar, donde las personas se reunieron delante de los edificios gubernamentales y realizaron sentadas. Entre las  razones de la protesta la corrupción difundida y la alta tasa de desocupación, confirmados también por los números del Banco mundial: la tasa de desocupación entre los jóvenes es del 25% y el país es duodécimo en el mundo por índice de corrupción.

“No estamos hambrientos”, gritaba un manifestante en bagdad, “nosotros pedimos dignidad”. Otro lanzaba invectivas contra la clase política, culpable de haber “monopolizado todos los recursos”. Análogas protestas, iniciadas el 1° de octubre pasado, habían causado la muerte de al menos 150 manifestantes. Una comisión de investigación comprobó el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades, pro sin acusar en modo abierto al Premier Adel Abdul Mahdi.

Manifestaciones y violencias han movido al más alto cargo religioso chií del país, el gran ayatolá Al-Sistani, que ayer al finalizar la oración del Viernes se dirigió a policías y manifestantes, pidiendo a ellos mantener un tono “pacífico” de la protesta. “Las verdaderas reformas y el cambio en el país-dijo a través de su vocero- se deben alcanzar según una modalidad pacífica”. Él, que interviene raramente en las cuestiones políticas, lugo agregó que las fuerzas de seguridad deben impedir ataques a las propiedades públicas y privadas.

Antes de él, el Card. Sako se dijo “solidario con nuestro pueblo, sensible al dolor” cerca en la “realización” de las aspiraciones por un “futuro mejor”. Sin embargo, el purpurado también invocó “manifestaciones pacíficas y civiles”. mientras que las autoridades deben respetar el “derecho” del pueblo.