Papa: no dar 'prédicas', sino tener misericordia con aquellos que se han equivocado

A Zaqueo, un pecador, Jesús “le dice que debe ir con él: ‘debe’, porque esa es la voluntad del Padre”. Cercanía con los cristianos ortodoxos Tewahedo de Etiopía, víctimas de la violencia, y gratitud para con las autoridades civiles y religiosas de San Severo en Apulia, por la iniciativa en favor de los trabajadores jornaleros. 

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Con misericordia, ir al encuentro de aquellas personas que se han equivocado, para que ellas también puedan recibir a Jesús, que «ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido». El sentido del Evangelo de hoy fue recordado por el Papa Francisco en el Ángelus de este mediodía, cuando también expresó su cercanía a los cristianos ortodoxos Tewahedo de Etiopía, víctimas de la violencia.

Antes del rezo del Ángelus, Francisco comento el pasaje del Evangelio de hoy (Lucas 19, 1-10), que narra la conversión de Zaqueo, un publicano, es decir un recaudador de impuestos, al que Jesús “llama por su nombre: «Zaqueo, baja enseguida, porque hoy debo ir a tu casa» (v. 5). No lo reprende, no le da una “prédica”; le dice que debe ir con él: ‘debe’, porque es la voluntad del Padre. A pesar de las murmuraciones de la gente, Jesús decide quedarse en la casa de ese pecador público”. 

“Esto es importante: la primera mirada no es la de Zaqueo, sino la de Jesús, que en medio de tantas caras que lo rodean de cerca, lo busca, precisamente, a él. La mirada misericordiosa del Señor nos alcanza antes de que nos demos cuenta de nuestra necesidad de ser salvados. Y con esta mirada del divino Maestro comienza el milagro de la conversión del pecador de Jericó”. “A nosotros también nos habría escandalizado este comportamiento de Jesús. Sin embargo, el desprecio y la cerrazón hacia el pecador no hacen más que aislarlo y tornarlo más duro en el mal que comete contra sí mismo y contra la comunidad. Dios, por el contrario, condena el pecado, pero trata de salvar al pecador, lo va a buscar para traerlo nuevamente al recto camino. Quien jamás se haya sentido buscado por la misericordia de Dios, difícilmente pueda percibir la extraordinaria grandeza de los gestos y de las palabras con que Jesús se detiene en Zaqueo”. 

“La acogida y la atención que le brinda Jesús llevan a ese hombre a un cambio de mentalidad rotundo: en un instante se da cuenta de cuán mezquina es una vida completamente tomada por el dinero, a costas de robar a otros y de recibir su desprecio. Tener al Señor allí, en su casa, le hace ver todo con una mirada distinta, y también con algo de ternura, de esa ternura con que Jesús lo ha mirado a él. Y también cambia su modo de ver el dinero y de utilizarlo: el gesto de acaparar, ahora es susituido por el de dar”. “Al encontrar el Amor, y descubrir que es amado a pesar de sus pecados, se vuelve capaz de amar a los demás, convirtiendo el dinero en un signo de solidaridad y comunión”. 

Luego del rezo de la oración mariana, el Papa expresó su solidaridad para con los ortodoxos etíopes. “Expreso mi cercanía a esta amada Iglesia  – dijo -, y a su Patriarca, el querido hermano Abuna Matthias”.

Por último, expresó su “sentido agradecimiento a la Comuna y a la diócesis de San Severo, en Apulia, por la firma del protocolo de entendimiento, realizada el lunes pasado, 28 de octubre, que permitirá a los trabajadores jornaleros de los llamados “guetos de la Capitanata’, obtener un domicilio en las parroquias y así realizar la inscripción en el registro municipal. La posibilidad de tener documentos de identidad y de residencia les brindará una nueva dignidad y les permitirá salir de una condición de irregularidad y explotación. Muchas gracias a la Comuna y a todos los que han trabajado en este plan”.