Una multitud vestida de negro colma las calles y plazas para dar el último adiós al alto oficial. Ayer se realizó la ceremonia fúnebre en la ciudad de Teherán. La oración, bajo la guía del gran ayatolá Ali Khamenei, se interrumpió en varias oportunidades debido a la conmoción. Los Estados Unidos deniegan la visa de ingreso a Zarif y le impiden participar en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Teherán (AsiaNews/Agencias) - Los restos del General iraní Qasem Soleimani, el comandante de las Fuerzas Quds muerto en un bombardeo de drones de las fuerzas estadounidenses el 3 de enero en Bagdad, llegaron a su ciudad natal, Kerman, en el sudeste del país, para su sepultura en el día de hoy. La TV estatal difunde imágenes en directo que muestran una convocatoria masiva, con miles de personas, en su mayor parte vestidas de negro, colmando calles y plazas para rendir un homenaje al alto oficial.
Fuentes oficiales informan que la ceremonia se llevará cabo entre las 14 y las 16, hora local.
Dirigiéndose a la multitud, el Gral de División Hossein Salami, Comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución (Pasdaran), homenajeó a la figura del difunto. “El mártir Qasem Soleimani está más vivo y es más fuerte que nunca, ahora que ha muerto”, subrayó Salami, que fue interrumpido por los presentes, al grito de eslóganes como “Muerte a América”. “El enemigo - agregó, volteando la mirada al ataúd cubierto de flores - lo ha matado injustamente”.
La movilización popular en Kerman siguió a las dos jornadas de luto de los días 5 y 6 de enero desplegadas en Teherán y en otras ciudades de la República Islámica, donde rigen tres días de luto nacional. El militar Soleimani, de 62 años, era considerado la segunda figura más popular del país, después de la máxima autoridad, el gran ayatolá Ali Khamenei.
Ayer, durante el funeral del General, el guía supremo guió la oración pero debió detenerse en varias oportunidades, con la voz quebrada por la emoción. El líder militar era estimado por gran parte de la población e incluso por aquellos que no apoyan a las máximas autoridades religiosas, por considerarlo una suerte de héroe nacional. Según la TV estatal, “millones” de personas colmaron las calles de la capital y de otras ciudades, para participar de las exequias de Soleimani. Una muchedumbre, comentan los expertos, que solo puede ser equiparada a la convocatoria de 1989 durante el funeral del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruhollah Khomeini.
En tanto, los Estados Unidos habrían denegado la visa de ingreso al ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, quien durante el fin de semana debiera participar de una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en Nueva York. En dicho encuentro se abordará precisamente la cuestión del asesinato del general iraní y las consecuencias que ello acarrea a nivel internacional. Analistas y expertos subrayan que la decisión de denegar la visa de ingreso es una flagrante violación de los acuerdos de 1947 en materia de inmunidad y permisos especiales, que se garantizan a los miembros del cuerpo diplomático para permitirles el acceso al Palacio de Vidrio de la ONU.