Agua salada sale de los grifos. Bangkok afronta la peor sequía de los últimos 40 años

El río Chao Phraya alcanzó un nivel tan bajo que no logra tener fuera el agua de mareas. En una nación donde cerca de 11 millones de personas trabajan en el sector agrícola, el fenómeno amenaza las cosechas y arriesga tener un impacto nefasto sobre la economía. El Premier tailandés exhorta a los ciudadanos reducir al mínimo los consumos hídricos.

 


Bangkok (AsiaNews/Agencias) –El agua del grifo en diversas partes de la capital tailandesa sale salada. El río Chao Phraya alcanzó un nivel tan bajo que no logra tener fuera el agua de las mareas. Para el departamento meteorológico nacional, los ciudadanos están experimentando uno de los efectos de la más grave sequía de los últimos 40 años.  

Surapong Sarapa, responsable de las previsiones en la agencia, declara: la estación seca llegó antes este año. La ausencia o escasez de lluvia está teniendo repercusiones ya sea sobre el agua utilizada para la agricultura, ya sea en aquella potable. El fenómeno podría afectar a más partes del país respecto al pasado”.

En una nación donde cerca de 11 millones de personas trabajan en el sector agrícola, la sequía amenaza las cosechas y arriesga tener un impacto nefasto sobre la economía, provocando un espiral hacia el bajo. Es la denuncia de los analistas de Bank of Ayudhya Pcl.

El Departamento real para la irrigación (RID) afirma que la mitad de las principales reservas de agua en el país están operando al 50% de su capacidad. Esta mañana, las autoridades han anunciado que los dos más importantes diques de la Región central-los establecimientos de Chao Phraya en Chai Nat y Pasak Jolasid en Lop Buri – han comenzado a liberar un mayor cuantitativo de agua. De este modo, los expertos gubernamentales cuentan con interrumpir la intrusión del mar en los conductos de Bangkok y localidades limítrofes.  

Ayer por la tarde, el Premier tailandés Prayut Chan-ocha exhortó a los ciudadanos a reducir al mínimo los consumos de agua. Además, el gobierno instituyó un “comando central” para responder a la emergencia y destinan 6 millardos de bath (cerca de 198 millones de dólares) para prevenir interrupciones a los suministros hídricos.