Superior franciscano: Testimoniar la Palabra de Dios con sinceridad
de Sumon Corraya

En Bangladés la Tercera orden regular de san Francisco está presente desde hace 25 años. En Dinajpur tenemos un hostal que  hospeda a 50 niños en su mayoría no cristianos; en Daca los frailes asisten a los migrantes internos. Fray Francis: “Seguimos el carisma de san Francisco. Las personas no se esperan que los sacerdotes sean ricos, sino que sean fieles”. 

 


Daca (AsiaNews) – Las personas “se esperan sinceridad de nuestra parte, que mostremos a ellos una vida íntegra y dediquemos a ellos nuestro tiempo. Noté también que cuando preparo bien una prédica para la Misa, lo aprecian”. Lo dice a AsiaNews fray Francis Marandy, de 53 años, superior de la Tercera orden regular de san Francisco de Asís en Bangladés. Hijo de catequistas, desde pequeño creía que sólo “los misioneros extranjeros y con la piel blanca podían ser sacerdotes. Hasta cuando no encontré a algunas religiosas que me dijeron que yo también podía serlo”.

El fraile es originario de la parroquia de Pathorghata, en la diócesis de Dinajpur. Pertenece a una familia católica tribal y desde niño soñaba con ser docente. Hasta el encuentro con las religiosas, que le ha cambiado la vida. Él cuenta: “Fui ordenado en el año 2001. Mi padre me alentaba a ser sacerdote. Cuando lo fui, él estaba realmente feliz”

En lo que se refiere a su vocación, afirma: “Amo la vida consagrada, porque puedo ocuparme de las personas desde el punto de vista espiritual y puedo ayudarlos a ganarse el Paraíso. Estoy feliz en mi vida religiosa. En cuanto consagrado, mi tarea es la de ser santo y hacer en modo que los otros también lo sean. De este modo podemos crear un mundo según el amor de Dios”.

En Blangadés los frailes franciscanos están presentes desde hace 25 años. En el país la congregación tiene 8 sacerdotes, un hermanos y 19 seminaristas. “En los años pasados.continúa fray Francis- hemos mandado a un co-hermano como misionero a Filipinas. Esperamos enviar otras personas en el futuro”. Los frailes “son testigos predicando la Buena Noticia, siendo amables y trabajando bien. Seguimos el carisma de san Francisco en el predicar el Evangelio y conduciendo una vida simple. Los 3 votos de la vida sacerdotal son el celibato, la pobreza y la obediencia. Las personas no se esperan que los sacerdotes sean ricos, sino que sean fieles. Debemos mostrar nuestra vida santa”.

En Dinajpur, agrega, “tenemos un hostal que  hospeda a 50 niños en su mayoría no cristianos. Cada año algunos pequeños reciben a Cristo en el día de Pascua. En Daca asistimos a los migrantes internos desde el punto de vista espiritual”.

El franciscano subraya el valor de la relación con los laicos: “Necesitamos de apoyo, oración y colaboración de parte de ellos. La familia y la vida religiosa son ambas importantes. Nosotros los sacerdotes, no existiríamos y la Iglesia tendría problemas si las familias (no desarrollasen su propio rol). ¿Cómo haremos para tener religiosas y sacerdotes sin familias?”.