Bogor, católica fue exonerada de las acusaciones de blasfemia, por ser esquizofrénica

Presa de un delirio, Suzethe Margareth ingresó a la mezquita de Al-Munawaroh con un perro, y sin quitarse los zapatos. Estaba convencida de que el marido se estaba casando con otra mujer. La acusación demandaba ocho meses de prisión. Para los jueces, si bien la imputada cometió un acto ofensivo, no puede ser considerada responsable.


Yakarta (AsiaNews/Agencias) – La Corte del distrito de Cibinong, en la regencia de Bogor (provincia de Java Central) exoneró de las acusaciones de blasfemia a una mujer católica que padece esquizofrenia. El 31 de mayo del año pasado, en Sentul City, Suzethe Margareth (foto) logró ingresar a la mezquita de Al-Munawaroh junto a su perro, y sin quitarse los zapatos. El vídeo del episodio se viralizó en las redes sociales y dio lugar a grandes polémicas, empujando a las máximas autoridades islámicas a intervenir, a fin de evitar tensiones religiosas. 

La acusación solicitaba que la Sra. Suzethe fuese condenada a ocho meses de prisión, de acuerdo con el Art. 156a del Código Penal, que trata sobre la blasfemia. Esta tarde – luego de un proceso que duró casi cinco meses – los jueces establecieron que si bien la mujer cometió un acto ofensivo hacia el islam, no puede ser considerada responsable en virtud de su estado de salud. Alfonsus Atu Kota, el abogado defensor de la imputada, cuenta que desde la primera audiencia, todos los sujetos involucrados, incluyendo fiscales e investigadores, estaban en pleno conocimiento de las condiciones mentales de su asistida. “Por sus gestos, y por el modo en que habla, todos pueden ver que está sufriendo”, afirma. “Sin embargo, el caso terminó en un tribunal porque había presiones por parte de algunos grupos”. 

Según los primeros exámenes psiquiátricos realizados en el 2013, Suzethe sufre de esquizofrenia paranoide. Hace unos siete meses, presa de un delirio, la mujer irrumpió en la mezquita, convencida de que su marido estaba contrayendo matrimonio con otra mujer. La filmación, difundida en Internet, muestra a la mujer declarando ser católica y acusando a los presentes de haber convertido a su marido al islam. Los fieles le dicen que no están al tanto de ningún matrimonio, y la mujer propina un puntapié a un empleado de seguridad del lugar, que le pedía salir del edificio. El episodio desencadenó la ira de muchos musulmanes, pues su religión considera que los perros son impuros y tampoco admite permanecer en una mezquita con calzado.  

Por el momento, los fiscales aún no han apelado el veredicto de la Corte del distrito de  Cibinong, que concede a la familia de Suzethe el tiempo necesario para concentrarse en su salud. Con controles mensuales, la mujer está recibiendo un tratamiento ambulatorio en el hospital de Marzoeki Mahdi y consume medicamentos que la ayudan a manejar la esquizofrenia.