Coronavirus: Las bolsas chinas resisten; Europa, Japón y Wall Street en problemas

Shangai, Shenzhen y Hong Kong crecen o pierden poco mientras aumentan los temores de propagación del virus. Estruendo de Tokio después del colapso de ayer en Europa y los Estados Unidos. Beijing tiene espacio para inyectar nueva liquidez, a diferencia de muchos otros países. Se espera una recuperación mundial después de la volatilidad inicial.

 


Beijing (AsiaNews/Agencias) - Tras el colapso de los índices de ayer en Europa y Estados Unidos, las bolsas chinas siguen hoy poco movidas, como la mayoría de las asiáticas. La única excepción es Tokio, que registró una pérdida del 3,34%.

A media tarde, Shangai pierde un 0,60% y Shenzhen gana un 0,51%. Hong Kong está en terreno positivo (+0.22). La considerable estabilidad de las bolsas de valores chinas se debe a las inyecciones de liquidez realizadas por el Banco Central -más de 1 billón de yuanes desde principios de febrero- y a otras medidas expansivas decretadas por las autoridades de Beijing, como la reducción de los tipos de interés de los préstamos a empresas y la ampliación de la duración de las hipotecas.

Por el contrario, las bolsas europeas, Wall Street y Tokio están pagando el precio de la creciente propagación del virus fuera de China, pero sobre todo por los efectos de la caída de la producción china. El gigante asiático es un elemento clave en la cadena de valor mundial. Las empresas chinas ensamblan partes de muchos productos finales que terminan en los mercados europeos y estadounidenses - Foxconn, por ejemplo, produce iPhones de Apple en China.

Los analistas esperan que los bancos centrales de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea inyecten liquidez a corto plazo en sus sistemas financieros. Pero su margen de maniobra es bastante limitado, dado que ya tienen tipos de interés muy bajos (en Europa, incluso negativos). En los últimos 12 años, desde el estallido de la crisis financiera en 2008, también han aplicado políticas monetarias expansionistas ("flexibilización cuantitativa"), lo que reduce aún más su margen de acción.

La convicción de los operadores financieros es que, tras un período inicial de volatilidad, causado por la incertidumbre sobre cuándo se superará la fiebre epidémica, los índices volverán a ganar. Mientras tanto, los inversionistas están recurriendo a activos de refugio seguro como el oro, cuyo valor aumentó ayer un 2,98%.