Primera visita de Xi a Wuhan. Los elogios del Partido, las críticas de la gente
de Wang Zhicheng

Xi alentó a todos a confiar en el hecho de que la epidemia será superada. La visita estuvo precedida por una “campaña de gratitud” hacia el Partido. En las redes sociales, hubo una avalancha de críticas, todas eliminadas por la policía de la web. El Partido debe cargar  con la inacción y el silencio de las autoridades frente al alerta, y la mordaza impuesta a los médicos y periodistas que denunciaban la epidemia.  

 


Beijing (AsiaNews) – El presidente chino Xi Jinping llegó esta mañana a Wuhan, epicentro de la epidemia de coronavirus, que desde hace un mes registra una gradual reducción en el número de casos. Ayer, las autoridades registraron solo 20 casos nuevos, que llevan a 80.924 el total de infectados. También hubo 17 muertos, todos en la provincia de Hubei.  

Según el Diario del Pueblo, la visita de Xi tiene por objetivo verificar la prevención y el control de la epidemia, y abarca reuniones con el personal médico y militar, voluntarios, pacientes y habitantes.

Según la agencia Xinhua, Xi alentó a todos a tener confianza en el hecho de que la epidemia será superada.

La visita del presidente, “corazón” del Partido (como él gusta definirse) fue precedida por una “campaña de gratitud” hacia el Partido, conducida por el secretario provincial Ying Yong, y por el secretario local, Wang Zhonglin. Si bien se elogió el comportamiento “heroico” de la población de Wuhan, que lleva dos meses viviendo en un aislamiento compulsivo, también se la invitó a “sentirse agradecida al secretario general del Partido [XI] y al Partido Comunista… Debemos escuchar al Partido, seguir al Partido”. 

Una invitación que fue mal recibida, con comentarios feroces en las redes sociales, cancelados de inmediato por la policía de la web. El Partido debe cargar un accionar marcado por el silencio de las autoridades ante las primeras señales de la epidemia, y la mordaza impuesta a médicos y periodistas, que culminaron en demorar más de un mes la concientización de la población frente a la epidemia. Además, la dilación de la cumbre del Partido para decidirse a lanzar el alerta por la epidemia ha sido fatal para la difusión del virus a nivel mundial. Xi se defendió diciendo que el 7 de enero él ya había dado instrucciones sobre cómo debía afrontarse la emergencia. Sin embargo, lo cierto es que recién el 23 de enero llegó la alarma a Wuhan. Algunos médicos de Wuhan, y entre ellos, el difunto Li Wenliang, ya habían advertido sobre la epidemia a fines de diciembre.  

Muchos intelectuales – de los cuales algunos se encuentran en prisión o bajo arresto domiciliario – exigen que se garantice a la población la libertad de expresión y de prensa. Otros, exigen que Xi Jinping “se vaya”. 

Hace cinco días, durante una visita de la vicepremier Sun Chunlan al vecindario de Qingshan, en Wuhan, mientras el grupo de funcionarios caminaba entre los edificios, desde lo alto de los apartamentos varias voces gritaron: “¡Falsos! ¡Falsos! ¡Todo es falso!”.