Coronavirus, la Iglesia maronita ofrece dos edificios para alojar a los enfermos
de Fady Noun

Se multiplican los gestos de solidaridad hacia las víctimas del Covid-19. Los católicos adhieren a la iniciativa ofreciendo una residencia en Jbeil y un hotel en Harissa, para alojar a las personas en cuarentena. Los pacientes en fase de recuperación podrán participar de la misa por TV y recibir la comunión. Uno de los edificios está conectado con el Santuario de Nuestra Señora del Líbano.


Beirut (AsiaNews) - Las señales espontáneas de solidaridad con las víctimas potenciales de la epidemia de coronavirus se multiplican, en respuesta a un llamamiento del Ministerio de Salud, que el 17 de marzo pasado formó un comité orientado a este fin. Por dar un ejemplo, esta vez, fue la Iglesia Maronita la que puso a disposición del Ministerio de Salud dos edificios de su propiedad: una residencia en Jbeil y un hotel en Harissa (Kesrouan). Ambas instalaciones permitirían alojar a las personas en cuarentena que han sido diagnosticadas pero a quienes no se les puede asegurar el aislamiento en su casa. La acogida será un gesto de cortesía.

La diócesis maronita de Jbeil ofreció estas medidas. Por otro lado, su obispo, Mons. Michel Aoun - como él mismo precisó - ha concedido a los enfermos de Covid-19, forzados a permanecer en cuarentena,  la residencia de verano del obispado en Lehfed. Un médico, el Dr. Assaad Ghanem, está a cargo del proyecto. Cabe destacar que aún deben ultimarse algunos detalles en el edificio, que recién estará listo en algunas semanas. Entre aquellas necesidades más urgentes están las camas, ya que aún no cuentan con el número requerido.

Por su parte, el Pbro. Fadi Tabet, de la Congregación de los Misioneros Libaneses (OML, los Kremistas), recientemente nombrado rector del Santuario de Nuestra Señora del Líbano, en Harissa, anunció el 17 de marzo pasado -según lo acordado con la municipalidad y los dirigentes de la región - poner a disposición de las autoridades sanitarias un hostal en Betania. Se trata de una residencia hotelera que habitualmente utilizan los peregrinos, pero que en este caso sería acondicionada para alojar a las personas afectadas por el Covid-19, que deben someterse a una cuarentena. 

 

Impulso y organización

Sin embargo, este impulso de generosidad no alcanza. Los edificios deben ser acondicionados y en su interior deben trabajar equipos debidamente formados. El Pbro. Khalil Alwan, ex rector del santuario de Harissa y secretario general de la Asamblea de los patriarcas y obispos católicos del Líbano, precisa que “el proyecto ha cosechado entusiasmo en los círculos de Kesrouan, y luego de una primera llamada, 29 voluntarios han ofrecido sus servicios para este proyecto”.

Los promotores han puesto a disposición de los candidatos un número telefónico  (09/261331). El Padre Alwan agrega que “dos sociedades han ofrecido su asistencia; una, para la desinfección de las instalaciones; la otra, para la provisión de productos de limpieza”. “Un agricultor de la región - agrega, riendo - también propuso darnos algunos cajones de manzanas”. El costo total de proyecto será estimado por el Ministerio de Salud, pero su financiación es aleatoria. 

“La OML -subraya el Padre Alwan - pondrá personal propio, y se espera que también haya figuras de importancia y personal del Ministerio de Salud”. Los voluntarios seleccionados para colaborar serán formados bajo la supervisión del Ministerio de Salud, que ha confiado esta tarea a Nathalie Richa, la presidenta del Sindicato de Enfermeros y Enfermeras. Luego, ante una necesidad, se solicitará la colaboración de la Cruz Roja Libanesa (CRL), “que está muy presente en el territorio”, y la del sindicato de asistentes sociales. El Padre Alwan asegura que será el Ministerio de Salud quien dé el visto bueno final del proyecto, luego de la aprobación de las medidas de proxilafis a adoptar, de modo de asegurar que este hotel de 50 camas no constituirá una nueva fuente de infección. 

En este momento se está elaborando un reglamento para establecer una disciplina en las relaciones entre el hostal y sus futuros huéspedes. En él se aclararán los derechos y deberes de cada una de las partes involucradas. Las personas forzadas a permanecer en aislamiento podrán beneficiarse con una misa diaria, que será transmitida por tv , y podrán recibir la comunión de forma individual. Ellos comerán en sus habitaciones, pero no podrán recibir visitas de familiares. Estos últimos deberán hacerse cargo de la limpieza de la ropa blanca de los cónyuges en cuarentena, a quienes se le ofrecerá vestimenta adecuada a su condición.

Uno de los aspectos más importantes del hostal de Betania es que éste se encuentra conectado al Santuario de Nuestra Señora del Líbano, y que desde sus ventanas, que miran a Occidente, es posible ver la gigantesca estatua de la Virgen. Fundado a principios del siglo XX, en honor al dogma de la Inmaculada Concepción, el santuario - propiedad común de Bkerké y de la nunciatura apostólica - fue encomendado desde sus inicios a los Misioneros Libaneses.