Kabul, atentado en un templo sij: 11 muertos y 200 rehenes

Un operativo se despliega en el vecindario de Shorbazar. En el país, los sijs constituyen una minoría religiosa de apenas 300 familias. Los talibanes niegan cualquier responsabilidad sobre los hechos. La parálisis en la cima del gobierno aleja las perspectivas de paz. El Departamento de Estado de los EEUU reduce las ayudas. 

 


Kabul (AsiaNews/Agencias) – Esta mañana, un grupo de terroristas asaltaron un templo sij en Kabul, mientras los fieles se encontraban reunidos en oración. Según se sugiere en la reconstrucción de los hechos, al menos tres hombres llevando cinturones explosivos habrían ingresado en el Dharamshala (áea dedicada al culto) del vecindario de Shorbazar, abriendo fuego contra los presentes. Por el momento, el saldo es de 11 muertos y se teme que haya 200 rehenes retenidos como prisioneros.  

El ataque comenzó a las 7.45 de la mañana y aún prosigue. Tariq Arian, vocero del Ministerio del Interior, informó que las fuerzas de seguridad están trabajando en el área del complejo religioso, moviéndose con prudencia para evitar más víctimas. 

Por el momento, ningún grupo islámico ha reivindicado el asalto y el vocero de los talibanes ha negado cualquier responsabilidad sobre los hechos. En Afganistán, los sijs constituyen una minoría religiosa muy reducida, con apenas 300 familias. Según Narender Singh Khalsa, un diputado que representa a la minoría en el Parlamento, los terroristas querían provocar el mayor número posible de muertos, ya que a la hora del atentado el lugar de culto estaba repleto de fieles. 

Para los expertos, la violencia es una consecuencia de las tensiones que atraviesa la cima del poder, y que bloquean el país desde hace meses, tras el resultado en las urnas, que le otorgó la victoria al presidente saliente Ashraf Ghani. Su rival, Abdullah Abdullah, Chief executive del gobierno, reclama la victoria y está obstaculizando las tratativas de paz entre el gobierno de Kabul y los militantes talibanes, luego del histórico entendimiento logrado en Doha entre Estados Unidos y los fundamentalistas, y del inicio del retiro de las tropas estadounidenses.

Como prueba del clima incandescente entre las diplomacias, hace dos días, el secretario de Estado de los EEUU, Mike Pompeo, llegó a Kabul para una “visita urgente”, con el objetivo de recomponer la fractura entre los dos líderes y seguir las etapas para el camino de paz establecidas en Qatar. Pocas horas después, dejó la capital sin un acuerdo para superar la situación de parálisis. El resultado de ello fue evidente con el anuncio de ayer: el Departamento de Estado americano reducirá en un millardo de dólares las ayudas al gobierno afgano.