Lucha al coronavirus: hay quien en India desafía las barreras religiosas y de casta

La cuarentena impuesta por el gobierno puso en peligro la vida de millones de personas, sobre todo la de los trabajadores migrantes. Activistas en Gujarat ayudan a los últimos con comida, medicamentos y asistencia legal. El apoyo a las víctimas de las violencias etno-religiosas en Bengala Occidental. En Pune, una docente hindú y un musulmán crean un banco alimentario para los trabajadores jornaleros.

 


Mumbai (AsiaNews) – En la lucha al coronavirus en India, “los esfuerzos hercúleos de algunos valientes seres humanos desafían las barreras religiosas, de las castas y clases sociales”, escribe Neha Dabhade, investigadora del Centro para el estudio de la sociedad y del secularismo en Mumbai.

La cuarentena impuesta por el gobierno para combatir al coronavirus es vista como una medida necesaria en India, pero puso en peligro la vida de millones de personas. Sobre todo aquellas de los pobres trabajadores migrantes, que sin dinero y medios se embarcan en largos viajes a pie para volver a sus propios pueblos.

Pero hay algún rayo de luz en este momento oscuro para el país. Con la ayuda de otros activistas, Hozefa Ujjaini distribuye ayudas alimentarias y sanitarias a los pobres de Ahmedabad. Él siempre trabajó por la paz y la armonía entre las diversas comunidades de Gujarat, teatro de horribles enfrentamientos entre hindúes y musulmanes en 2002.

El grupo de activistas organizó un sistema de apoyo legal para acceder a las ayudas puestas a disposición del gobierno central y de el local. En particular, Ujjaini se ocupó para asistir a 200 “safai karamchari”, trabajadores empleados en la cosecha manual de residuos, que son a menudo son dejados de lado por razones de casta. Quienes benefician de su ayuda están también los migrantes tribales, los trabajadores jornaleros, los indigentes de las áreas urbanas, las viudas, las mujeres solas, los ancianos y las personas diversamente hábiles.

No son dejados de lado ni siquiera los evacuados que escapan de los conflictos étnicos religiosos. Subhoprotim Roychowdhary, activista del Aamra en Kolkata (Bengala Occidental), llevó comida y otras ayudas a los sobrevivientes de recientes enfrentamientos comunitarios en el área de Bhatpara. El apoyo llegó a 93 familias, cuyas condiciones de vida empeoraron después de la imposición del toque de queda.

Dipti Tukaram Jadhav, una docente de derecho en Pune, creó un banco alimentario para los trabajadores jornaleros que perdieron el propio empleo. En los esfuerzos de distribución es ayudada por un activista musulmán, Mohammad Zahid Shaikh. La ciudad de Maharashtra es una de las más afectadas por el Covid-19.

Hay millones de indios que arriesgan morir por falta de comida o por enfermedad. Todos estos activistas fueron más allá de la brecha política, social y religioso para ayudar a quien está más dañado por la pandemia pulmonar”, cuenta Dabhade.