Moscú, en las garras del coronavirus, la Pascua de los católicos
de Vladimir Rozanskij

Para el intendente de la capital, “no estamos ni siquiera cerca del pico” de las infecciones. Todas las celebraciones se realizan en las iglesias cerradas. Transmitidas en streaming. Mons. Pezzi. “Es el tiempo de las calles estrechas y de los encuentros personales”. Está bien y es negativo al virus Mons. Clemens Pickel de Saratov. El año de la peregrinación del ícono de la Virgen de Fátima de San Petersburgo como Madre de la Palabra.

 


Moscú (AsiaNews)- Rusia debe hacer siempre más y más cuentas con la difusión del coronavirus. El intendente de Moscú, Sergej Sobjanin advirtió: No estamos ni siquiera cerca del pico, estamos a los pies de la curva de la subida: no nos hagamos ilusiones”. También el presidente Vladimir Putin estuvo obligado a intervenir en televisión cada día para desmentir en parte cuanto a lo dicho el día anterior. Y después haber delegado las decisiones sobre la cuarentena a los gobernadores, reafirmó que sin embargo es el Kremlin que debe dictar la línea y “debemos estar preparados para cualquier desarrollo de la situación”.

Los católicos rusos celebran las sagradas funciones pascuales en las decisiones impustas por la cuarentena. En Moscú, el arzobispo de la diócesis Madre de Dios, Paolo Pezzi transmite las celebraciones del Triduo pascual desde la catedral semi vacía de la Inmaculada Concepción, junto a varios vídeos con reflecciones sobre el sentido de la Pascua en los “senderos estrechos” del actual malestar. En la homilía del Jueves Santo, retomando las palabras del Papa Francisco a los jesuitas en Tailandia, él reafirmó que “nuestro tiempo es una época en la cual no hay caminos fáciles y recetas ya preparadas y nosotros debemos abrir nuevos senderos; es el tiempo de las calles estrechas y de los encuentros personales”. 

En la diócesis de S. Clemente en Saratov, el obispo Clemens Pickel confirmó que estaba bien. Precedentemente, en su sitio de Facebook había aparecido la noticia que había sido afectado por el coronavirus. En realidad, el hisopado resultó negativo. También en su diócesis, en la Rusia europea meridional, las misas son celebradas en streaming. En un mensaje a los fieles, Mons. Pickel “quitó la obligación de participar a las funciones litúrgicas”, citando también los cánones del Código de derecho canónico, pero pidiendo “a los sacerdotes y a los otros responsables del servicio pastoral de estar disponibles para el servicio a sus propios parroquianos”. 

La diócesis de la Transfiguración de Novosibirsk, en el corazón de Siberia, difund a los fieles las indicaciones para las lecturas y las meditaciones de cada día y también las misas solitarias del obispo Josif Werth desde la catedral, que lleva el mismo título de la diócesis. Las celebraciones son transmitidas a través del canal social ruso Vkontakte (“En contacto”), que avisa a los usuarios registrados del inicio de cada celebración. Para el Sábado Santo está reportada la antigua homilía, citada también por el Catecismo de la Iglesia católica (n, 635): “Hoy en la tierra hay un gran silencio, gran silencio y soledad… Dios y su Hijo van a liberar de los sufrimientos a Adán y Eva, que se encuentran encarcelados”.

En Irkutsk, cerca del lago Baikal en la Siberia oriental, se realizó el 11-12 de marzo la sesión ordinaria de la Conferencia episcopal rusa (Foto 1), en la cual fue elegido como presidente el arzobispo Pezzi. El obispo Cirilo Klimovicz, nativo de Kazajistán, invitó a los fieles a “celebrar la Pascua en familia”. También él transmite on-line las celebraciones episcopales desde la catedral del Corazón Inmaculado de María, un edificio construido después de la finalización del comunismo para recordar la protección de María a su pueblo. 

La Conferencia episcopal rusa decidió pedir justamente a la Madre de Dios que vigile los sufrimientos de los fieles en estos días difíciles: desde el 25 de marzo fue inaugurado el Año de la Peregrinación del ícono de la Virgen de Fátima de San Petersburgo como Madre de la Palabra. El título fue tomado de la homilía de San Bernardo de Chiaravalle, maestro de la espiritualidad mariana latina, que bien se armoniza con las formas bizantinas del Ícono (Foto 2). Como lo advierte el documento de los obispos, “es necesario que en nuestras comunidades y parroquias se renueve la cercanía a la Sagrada Escritura, como afirma el Papa Francisco: las relaciones entre el Señor Resucitado, la comunidad de los creyentes y la Sagrada Escritura es una parte irrenunciable de nuestra identidad de cristianos (Aperuit illis, 1)”.