Israel, Covid-19: la Corte suprema bloquea el Shin Bet. Stop a las delineaciones

Para los jueces una extensión de los controles por parte de los servicios secretos debe pasar a través del Parlamento. La norma, que caduca el 30 de abril, pone evidentes problemas a la privacidad con el riesgo de “implicaciones dañinas”. Fuente de AsiaNews: en un primer momento controles en “buena fe”, ahora en un contexto de turbulencias políticas e institucionales es un riesgo. 

 


Jerusalén (AsiaNews)_ La Corte suprema israelí ordenó al Shin Bet el bloqueo del monitoreo a través de los smartphone de los desplazamientos de las personas contagiadas de Covid-19. El Shin Bet es la agencia de espionaje interna del país. A un mes de la introducción por parte del Premier Benjamín Netanyahu en el contexto del estado de emergencia para contener la pandemia de coronavirus, los jueces han aceptado las peticiones presentadas por activistas y sociedad civil. Para los magistrados es necesaria un norma “ad hoc”, que involucre al Parlamento.

A fines de marzo el gobierno interino confió al Shin Bet poderes extraordinarios, que implicaban entre otros el uso de la tecnología y la delineaciones de los desplazamientos y de los contactos, para limitar la pandemia. Hasta ahora el virus contagió a cerca de 15 mil personas en todo el país, causando la muerte de más de 200. Ahora el alto tribunal establece que la normativa va actualizada y debe pasar el examen de la Knesset para ser prolongada más allá del 30 de abril. 

Según los jueces el control prolongado de los ciudadanos pone evidentes problemas de privacidad, sobre todo en lo que concierne a la gestión de datos y su conservación. Un monitoreo que, hasta ahora, estaba reservado sólo a los sospechosos terroristas de Hamas, a sus parientes y amigos. Un tal parámetro para los 8 millones de ciudadanos pone evidentes problemas de constitucionalidad, además de ética. Hay un peligro evidente de una “derivación resbaladiza” en una utilización de un arma “extraordinaria” pero que podría tener también ““implicaciones dañinas”. Además serían eximidos los periodistas, por la tutela de las fuentes. 

Una fuente institucional de AsiaNews, que pide el anonimato por motivos de seguridad, subraya que “en un primer momento el control” a través de los teléfonos “fue realizado en buena fe”. Sin embargo, prosigue, “esta delineación no puede ir más allá” y los controles por parte del gobierno “no pueden” ir más allá de la ley y la Constitución. Mientras tanto, agrega, “no tiene sentido monitorear a las personas y hacer entrar en el país ciudadanos israelíes que retornan, sin un control específico o una puesta en cuarenten que no viene realizada”. 

La cuestión de la delineación de las personas se coloca en un contexto turbulento de la vida política e institucional del país. La semana pasada los dos (ex) rivales Netanyahu y Benny Gantz alcanzaron un acuerdo de coalición para un gobierno de emergencia nacional. Desde hace días-prosigue la fuente-  continúan las manifestaciones de protesta contra el futuro gobierno, también porque el acuerdo presentaría puntos de inconstitucionalidad que están al examen de los jueces. Y es alto el riesgo que pueda ser rechazado, mezclando nuevamente las cartas de la política. En este contexto, un mayor control sobre la población pone problemas evidentes”.  

En lo que se refiere a las reacciones oficiales, hasta hoy no se registran declaraciones por parte de la dirigencia del Shin Bet. Crítico, Yuval Steinitz, ministro de Energía, según el cual la elección de jueces es “preocupante” y acusó  l corte de una “intervención excesiva y no necesario”. En cambio, aplaude la Asociación por los derechos civiles-una de las tantas en haber avanzado peticiones en estas semanas, según la cual “Israel no puede ser la única democracia que usa a los servicios secretos para monitorear a los ciudadanos” más allá de los límites de la ley, también “en un contexto de lucha contra el coronavirus”.