En la emergencia por coronavirus, se multiplican los ataques de colonos judíos contra palestinos

Desde que se introdujeron las restricciones para combatir el Covid-19, los casos de violencia se han incrementado. En las primeras semanas de abril hubo 23, que van desde ataques con hachas, descargas eléctricas, piedras y perros de asalto, viviendas destruidas, autos incendiados y olivos arrancados de raíz. Líder católico: Israel, a través del ejército, avala las operaciones, que se enmarcan en una “agenda política” orientada a la expropiación. 

 


Jerusalén (AsiaNews) - Desde que se inició la crisis por el nuevo coronavirus, los colonos israelíes han multiplicado los ataques contra los palestinos en distintas zonas de Cisjordania y en muchos casos, con la connivencia de las autoridades y del ejército. Los hechos de violencia se han incrementado a pesar del confinamiento, del distanciamiento social y de las restricciones sobre los desplazamientos, todas medidas introducidas para contener la pandemia. Y los datos lo confirman: en las primeras tres semanas de abril, B’Tselem documentó 23 episodios; tal como sucedió en el mes de marzo, de éstos, 11 ocurrieron desde que se introdujeron las medidas de restricción social más severas. 

En los hechos de violencia, los colonos atacaron a los palestinos usando garrotes, hachas, electroshocks, piedras y perros de asalto, causando graves lesiones. A esto se sumaron las operaciones selectivas contra viviendas, autos incendiados, olivos arrancados de raíz, cultivos destruidos y cabezas de ganado degolladas. 

La violencia azotó varias zonas de Cisjordania, que van desde el puesto de control de Havat Ma’on en las colinas al sur del Hebrón, al área que rodea el asentamiento de Shilo, cercano a las aldeas de al-Mughayir, Turmusaya, Qaryut y Qusrah. También quedaron bajo la mira los pastores palestinos del valle del Jordán, ubicado cerca de los asentamientos de Rimonim y Kochav Hashahar. “La tragedia - confirma a AsiaNews el Prof. Bernard Sabella, representante de Fatah por Jerusalén y secretario ejecutivo del servicio para refugiados palestinos del Consejo de las Iglesias del Oriente Medio - es que el Estado israelí, representado por el ejército, avala las operaciones”. En el mejor de los casos, “los militares no hacen nada, no intervienen” para contener la violencia, y en otros incluso muestran su connivencia. 

Con la emergencia de coronavirus se esperaba una “mejor respuesta a nivel político” para palestinos e israelíes; en realidad, prosigue el líder cristiano, “lo que vemos es que los colonos están aumentando los ataques contra propiedades, individuos, bienes y actividades”. También han quedado en la mira los árboles de olivo, tanto aquellos centenarios como los recientemente plantados, que “los colonos arrancan de raíz”.  La idea es despojar a los campesinos palestinos, y robarles sus tierras. Está el reporte de B-Tselem que es veraz y muestra un cuadro tremendo, pero también hay otros similares, de otras ONGs”.

Entre los numerosos episodios que generaron estruendo y consternación está el incidente ocurrido el 16 de abril, cuando un grupo de colonos atacó a dos hermanos, Issa y Musa Qatash, que viven en el campo de refugiados de al-Jalazun. Los dos fueron apaleados y tuvieron que ser hospitalizados; a uno le fracturaron la pierna; todo sucedió bajo la mirada de los militares, que no intervinieron en ningún momento para detener el ataque. 

“Estamos frente a una agenda política  - subraya Bernard Sabella - en la cual los colonos pretenden expropiar las tierras mediante ataques, intimidaciones y la violencia, sostenida por una parte [la derecha radical] de la política israelí, con miras a una futura anexión”. Un cuadro confirmado por la situación del país, que se encamina a un Ejecutivo con un gobierno de emergencia nacional  que apoya el proyecto de ocupación. 

Los ataques “sistemáticos” de los colonos contra los palestinos son el signo de una “estrategia” compartida, que apunta a la expropiación de bienes y propiedades. En ciertos casos, han sido los mismos militares los que cubrieron el accionar de los asaltantes, y el hecho de que estos casos se multipliquen durante la pandemia mundial añade otro nivel de brutalidad a la política de Israel. “Ayer - concluye Sabella - el gobierno israelí decidió no transferir a la Autoridad Palestina varios cientos de millones de dólares, que fueron recaudados con impuestos y además, con el pretexto del terrorismo, y de resarcir a las víctimas de la violencia”. El panorama sigue siendo complicado “y no se ve una salida posible, porque no se vislumbran líderes sabios en Israel, y otros actores, como Europa, además de los documentos de rito, no hacen nada en concreto” frente a esta situación.