Biden quiere mantener la embajada de EEUU en Jerusalén. La meollo de la cuestión, la anexión

En caso de ganar las elecciones, el rival electoral de Trump no devolvería a Tel Aviv la sede diplomática. Y además, su deseo es reabrir el consulado en la zona oriental. Rabino Milgrom: Biden no quiere perder los votos judíos. La cuestión de la representación diplomática es secundaria, el núcleo de la controversia es la anexión de los territorios.  

 


Jerusalén (AsiaNews) - Joe Biden, el rival demócrata de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre del 2020, ha afirmado que, en caso de ser electo para la Casa Blanca, él mantendrá  en Jerusalén la embajada de los EEUU en Israel. Anoche, durante un encuentro “virtual” con sus partidarios y simpatizantes en Boston, él dijo que en su momento no concordó con el controvertido traslado de la representación diplomática desde Tel Aviv, una medida decidida por los líderes republicanos, pero que ahora el paso ya estaba dado y no se podía dar marcha atrás. 

“La medida [de trasladar la embajada] no debió ser tomada en este contexto”, afirmó Biden, porque ésta debiera enmarcarse “en un acuerdo más amplio, para llegar a importantes logros en el proceso de paz”. “Trasladar la embajada - agregó el ex vicepresidente bajo el mandato de Obama — en el momento en que se hizo, sin las condiciones fundamentales, fue una decisión miope y frívola”, pero ahora, “es un dato de hecho y no volvería a trasladarla a Tel Aviv”. 

Al ser entrevistado por AsiaNews, Jeremy Milgrom, rabino israelí y miembro de la ONG Rabbis for Human Rights, subraya que “el Partido Demócrata tiene dos alas diferentes en su base: una más conservadora, y otra progresista”. “Habrá que ver cuál logra tener mayor influencia”, tanto en la etapa de la campaña electoral como en el caso de una victoria. Sin embargo, observa Milgrom, “en este momento no se da por descontado un frente más reformista y progresista” que se incline por Biden. Por tanto, al día de hoy, “es posible que Trump gane” las elecciones y obtenga un segundo mandato. 

Las declaraciones de ayer, subraya el rabino, dejan en claro que el candidato “no quiere perder los votos judíos”, pero “la cuestión de la embajada en Jerusalén” no es el meollo de la discusión. Hay otros temas sobre los cuales se jugará la partida, inclusive en el frente del Oriente Medio. 

El candidato democráta in pectore para las eleciones presidenciales del 3 de noviembre también ha dicho que su intención es reabrir el consulado de los EEUU en Jerusalén Oriental, para “restablecer las relaciones con los palestinos”. Tal como confirmó un colaborador suyo el día anterior, Biden se opone a la anexión unilateral de los territorios ocupados en Cisjordania, una jugada que Benjamin Netanyahu pretende llevar a término antes de julio, con el respaldo de su flamante aliado de gobierno, Benny Gantz. 

“Desde siempre he sido un orgulloso sostenedor de una nación hebrea segura y democrática”, subrayó Biden. Agregó que su administración trabajaría simultáneamente, “exhortando a ambos frentes [israelí - palestino] a dar pasos con mira a una solución basada en dos Estados”. Toda solución “unilateral”, que se adopte en este sentido, concluye el líder, terminaría diluyendo la posibilidad de un acuerdo, y por eso debe ser rechazada, incluyendo los eventuales planes de “anexión”. 

A tal respecto, Jeremy Milgrom confirma que el meollo de la cuestión es justamente el tema de la anexión, que hoy, para Israel, representa “el elemento más importante”. Las elecciones de noviembre, concluye el rabino, “pueden ser un elemento de cambio, quizás, incluso para peor”, con una escalada de la política unilateral implementada en la región hasta el momento. “Por el momento, no hay bases o elementos para pensar que la situación podría mejorar”.