Un comando terrorista atacó un centro gestionado por los MSF, asesinando a dos niños y a 12 mujeres, sumando madres y enfermeras. Ghani acusa a los talibanes, que desmienten su participación en los hechos. El atentado en el funeral de un comandante de la policía en la provincia oriental de Nangarjar fue reivindicado por el ISIS; murieron 24 personas y hay 68 heridos.
Kabul (AsiaNews/Agencias) - Un doble atentado terrorista ocurrido en las últimas horas ensangrienta una vez más Afganistán, confirmando que “el acuerdo de paz” firmado en febrero pasado en Doha, entre Estados Unidos y los talibanes, no basta para poner fin a décadas de guerra y violencia. El operativo fue perpetrado por un grupo de hombres armados, que atacó un hospital de obstetricia gestionado por los Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kabul. Los terroristas asesinaron a dos niños y al menos 12 mujeres, sumando madres y enfermeras. En un segundo episodio, en la provincia oriental de Nangarjar, la explosión de una bomba en un funeral culminó con la muerte de cuando menos 26 personas.
El presidente afgano Ashraf Ghani condenó los atentados y ordenó retomar la ofensiva contra los talibanes y otros grupos terroristas. El mandatario acusa a los milicianos de haber ignorado los reiterados llamamientos a la calma y al cese de la violencia.
Los talibanes negaron su participación en los ataques. El Estado Islámico se atribuyó la autoría del atentado en las exequias de un comandante de policía en Nangarhar; por el momento no hay pistas sobre los posibles responsables del asalto al nosocomio de Dasht-e-Barchi.
El atentado en el hospital se inició a las 10 de la mañana de ayer, hora local: algunas fuentes comentan que hubo una doble explosión, y que en el interior del hospital había más de 140 personas, incluyendo algunos extranjeros. Ramazan Ali, un vendedor que se mueve en la zona, informa que “los atacantes disparaban en todas direcciones, sin hacer distinciones…. Es un hospital del gobierno, y muchos llevan a sus esposas y a sus niños para que reciban atención médica”.
Cerca del nosocomio se levanta un edificio que aloja personal internacional y trabajadores extranjeros. Un médico afirma que sintió una explosión en la zona.
En el pasado se registraron varios atentados similares en la capital, que afectaron sobre todo al sector chiíta de Kabul. Detrás de la violencia estarían los milicianos del Estado Islámico (EI, ex ISIS).
En el momento de la explosión en el funeral del alto oficial en la provincia de Nangarjar había casi un millar de personas presentes. El artefacto estalló al pasar un convoy, dejando 26 muertos y 68 heridos.
Activistas, ONGs y líderes políticos de todo el mundo han condenado el doble atentado, que podría descarrillar el frágil proceso de paz, en un contexto marcado por divisiones e intereses contrapuestos.
En la lucha contra el terrorismo, cabe tomar nota del arresto - aún se aguardan confirmaciones oficiales - de Zia ul-Haq, más conocido como el Sheikh Omar Khorasani, considerado el líder del ISIS en Asia del Sur y en el Extremo Oriente. Junto a la cabeza del grupo fueron detenidos el vocero del ISIS, Saheeb, y el jefe local de la inteligencia yihadista, Abu Ali.