Mekong: el Covid-19, más que el problema de los diques, puede alimentar el resentimiento anti-chino

La pandemia arriesga aumentar las precarias condiciones tailandesas y de los pescadores y agricultores vietnamitas y camboyanos. Las restricciones consecuencia del virus podrían limitar la provisión de comida en los mercados. En peligro la necesidad alimentaria de 60 millones de personas en la parte baja del río. 

 


Bangkok (AsiaNews/Agencias) - La emergencia provocada por el nuevo coronavirus arriesga aumentar las precarias condiciones tailandesas y de los pescadores y agricultores vietnamitas y camboyanos que desde hace años luchan contra los diques chinos que han cambiado los niveles del río Mekong. El tercer curso de agua por la longitud de toda Asia desde años es fuente de preocupación para ambientalistas y expertos, por los continuos e imprevistos cambios en la portada de agua causadas por la sequía y por las centrales hidroeléctricas en el primer trecho. 

En diversas ocasiones los pescadores tailandeses denuncian un “colapso” en el pescado, mientras los campesinos de las arroceras en Camboya y Vietnam abandonan los campos y se transfieren a las ciudades, porque la agricultura no rinde más. A las 11 centrales hidroeléctricas chinas , 5 de las cuales están activas desde 2017, se suma el problema relacionado a la creciente alternancia de tifones y prolongadas sequías.

Teerapong Pomun, director del Mekong Community Institute, confirma que “hoy los niveles de las aguas fluctúan cada 2 o 3 días, a lo largo de todo el año y esto sucede cada año, a causa de los diques”. Según estimaciones recientes estaría en riesgo la necesidad alimentaria de 60 millones de personas en la parte baja del río, en aquella que es considerada la “cuenca de arroz de Asia”. 

Los EEUU acusan a China de “robar” los recursos hídricos de la región, Beijing rechaza las teorías americanas y acusa a la sequía, en 2019 la “peor jamás registrada” de los últimos 50 años. Vietnam se vio obligado a declarar el estado de emergencia en 5 provincias del delta del Mekong y la situación más grave se registra entre los agricultores, porque están obligados a comprar bombas de agua y los costos están por las estrellas.

Zhang Hongzhou, estudioso de la Rajaratnam School of International Studies en Singapur,

subraya que la situación del río es “preocupante”, en particular por lo que concierne a “la seguridad alimentaria”. Bunleap Leang, director ejecutivo de 3S Rivers Protection Network, 

agrega que “los campos cultivados disminuyen, los animales mueren y todo esto tiene un pesante impacto sobre el sostenimiento de las personas, porque sus vidas dependen de los recursos naturales”.

Vietnam el pescado a disposición de las poblaciones locales disminuyó hasta el 82%; dentro de fin de 2020 el dato sobre la pesca está destinado a disminuir del 40%, hasta colapsar al 80% dentro de 2040. De un informe de la Mekong River Commission (MRC) surge que el dato sobre la pesca está destinado a bajar en manera sustancial” a causa de las centrales hidroeléctricas “ y a su impacto sobre las migraciones, habitat y producción primaria”.

En este contexto ya crítico se coloca la pandemia del Covid-19 agrava aún más la situación de los pescadores y agricultores como subraya Harris Zainul, analista del Institute of Strategic and International Studies en Malasia. El virus, explica, podría volverse en una fuente de contraste en las disputas ya en acto alrededor del Mekong, porque las clausuras y los bloqueos adoptadas por muchos países podrían limitar la provisión de comida en los mercados. Si esto tuviese que suceder, advierte el estudioso, podría desencadenar una revuelta en clave anti-china- considerada como responsable por la difusión de la pandemia- bien más de cuanto ya sucedió por los problemas por los problemas relacionados con los diques.