Estudiante católica: la pandemia es alegría y tristeza al mismo tiempo
de Melani Manel Perera

Antes de la cuarentena, Chrismali podía comunicarse con sus familiares sólo por teléfono. El retorno a casa por el coronavirus la ayudó a sanar la vida de una vida solitaria. Sin la gracia de Dios todo es inútil y vacío de valor. Cada cambio en la vida tiene un gran valor, como esta crisis.

 


Colombo (AsiaNews) – Para Chrismali Peter, una estudiante católica de 23 años, las vacaciones forzadas a causa del coronavirus tienen un doble rostro:  la tristeza por el sufrimiento que la pandemia sembró y la alegría por el tiempo que puede transcurrir con sus sus seres queridos.

La joven es originaria de Bandarawela (diócesis de Badulla). Frecuenta la facultad de estudios humanísticos y ciencias sociales de la universidad Sri Jayewardenapura de Colombo. Ella es también coordinadora del Movimiento católico estudiantil de su ateneo.

Chrismali agradece a Jesús por la posibilidad de estar junto a sus propios seres queridos y rezar junto a ellos en este momento de dificultad. “Vivo a 200 Km de mi casa y cuando no estoy en la universidad trabajo en una empresa de la capital. Es por lo tanto difícil para mí poder visitar a mi familia”, cuenta la estudiante a AsiaNews.

Antes de la cuarentena, Chrismali podía comunicarse con sus familiares sólo por teléfono; el contacto físico y humano con ellos la ayudó a sanar las heridas provocadas por la vida solitaria que conducía en Colombo.

Para la joven católica, su madre es la persona que mantiene viva y unida a la familia. “Es la primera en levantarse; cocina para todos nosotros, nos reúne en oración, estimulándonos a leer las Sagradas Escrituras; y nos ayuda a aceptar este momento de crisis”.

Chrismali cuenta que la fe en Dios la ayudó a ella y a sus familiares a superar los iniciales miedos, como la posible falta de comida durante el confinamiento. “Como recita el salmo 91, ‘Quien demora al reparo del Altísimo, reposa a la sombra del omnipotente’. El Señor es mi refugio y mi fortaleza y sin Su gracia todo es inútil y vacío de valor” 

Esto que estoy viviendo-agrega Chrismali – es un imprevisto cambio en mi existencia. Pero yo pienso que todo cambio en nuestra vida tiene un gran valor, basta tener una visión del propio futuro. No hay necesidad de lamentarse o de ver a esta crisis como una tortura”.