Es la respuesta de los EEUU ante la ley de seguridad que impulsa China sobre la ciudad. Washington sancionará a los funcionarios chinos que perjudiquen la autonomía de Hong Kong. Se prevén controles sobre las importaciones y sobre las visas de ingreso. Chris Patten: “Habrá una fuga de capitales y personas”. Para la UE, las sanciones no resolverán los problemas con Beijing.
Hong Kong (AsiaNews) – Los Estados Unidos pondrán en marcha los procedimientos para cancelar los privilegios comerciales y financieros que hasta ahora se le reconocían a Hong Kong. Es lo que anunció ayer el presidente de los EEUU, Donald Trump, en respuesta a la ley de seguridad que impulsa China para dicha ciudad.
La nueva medida fue aprobada el 28 de mayo por la Asamblea Nacional del Pueblo, el parlamento chino. Se trata de una norma que castiga los “actos” y las “actividades” que pongan en serio peligro la seguridad nacional. Los habitantes de Hong Kong podrán ser arrestados por subversión, terrorismo y colaboración con fuerzas extranjeras que interfieran en los asuntos de la ciudad.
Washington justifica su decisión con el hecho de que esta nueva normativa viola el principio “un país, dos sistemas”, sobre el cual se funda la autonomía de la ex colonia británica respecto a la madre patria china. La declaración conjunta sino-británica de 1984, que reguló el cambio de la soberanía de Hong Kong, que pasó de Londres a Beijing en 1997, prevé que la ciudad conserve su sistema de gobierno liberal hasta el año 2047.
Además, la administración Trump impondrá sanciones a los funcionarios chinos y de Hong Kong que con sus acciones lesionen la autonomía de la ciudad. El gobierno de los EEUU introducirá controles más estrictos sobre las visas de ingreso (sobre todo, para los estudiantes), las importaciones y revisará los acuerdos en materia de extradición.
Teresa Cheng, secretaria de Justicia de Hong Kong, condenó la decisión de los Estados Unidos, que definió como una violación de las normas internacionales, que atenta contra el principio de “no interferencia” en los asuntos internos de otro Estado.
Las autoridades ciudadanas minimizan los problemas que ocasionarían las sanciones comerciales que amenaza aplicar Washington. Resaltan que para Hong Kong, las exportaciones hacia los Estados Unidos apenas representan el 0,1% del total.
Para varios observadores, la imposición de esta nueva ley, y la respuesta de los EEUU, podrían poner en peligro la posición de Hong Kong como centro financiero global. Según Chris Patten, el último gobernador británico de la ciudad, la incertidumbre sobre el futuro de Hong Kong desatará una fuga de capitales y personas.
Hong Kong es el nexo financiero entre las economías occidentales y la china. Para China, cerca de la mitad de las inversiones del exterior pasan a través de los bancos de dicha ciudad, donde funcionan las sedes de 2200 empresas europeas, 1400 japonesas y 1344 estadounidenses.
En vista de los fuertes intereses comerciales en juego, la Unión Europea ha adoptado un enfoque más cauto que el de los EEUU. En el día de ayer, e responsable de la diplomacia europea, Josep Borell, expresó la fuerte preocupación de la UE por la adopción de la nueva normativa para Hong Kong. Borrell resalta que la medida atenta contra los compromisos internacionales asumidos por China, pero al mismo tiempo subraya que las sanciones no resolverán los problemas con Beijing. Antes de que termine el año, la UE apuesta a cerrar un gran acuerdo de inversiones con el gigante asiático, cuyas tratativas se prolongan desde el 2013.