Ankara promete defender a las minorĂ­as tras el ataque a la iglesia armenia

La cúpula del gobierno promete hacer “todo lo posible” para asegurar la armonía interreligiosa y el respeto de las minorías. Fahrettin Altun: los hechos de violencia “son un elemento de profundo dolor” y “no permanecerán impunes”. Detuvieron a un hombre por el asalto a la iglesia de San Gregorio El Iluminador de Gálata. 


Estambul (AsiaNews) - Tras los reiterados casos de violencia contra los cristianos, las autoridades turcas admiten el problema y tratan de ponerse a cubierto asegurando que harán “todo lo posible” para asegurar la armonía interreligiosa y el respeto de las minorías. Interviene en el caso el director de Comunicaciones del gobierno,  Fahrettin Altun, quien reafirma el compromiso de proteger “la paz y la armonía entre turcos y miembros de otros credos minoritarios”, luego de los dos recientes ataques que azotaron a las iglesias armenias en Estambul.

Según fue informado por la agencia oficial turca Anadolu, para las autoridades de gobierno, los episodios de violencia confesional constituyen un “elemento que causa profundo dolor” y “no permanecerán impunes”. Altun, que también se ocupa de la comunicación personal del presidente Erdogan, afirma que tras los ataques, se llevarán a cabo investigaciones en profundidad, y los responsables de los hechos de violencia serán perseguidos por la justicia penal. 

El encargado de comunicaciones agrega que el Ejecutivo condena firmemente cualquier gesto que pueda “minar la fraternidad” en el país y asevera que “se desplegarán todos los recursos” para impedir cualquier episodio ulterior de violencia. Por último, agrega que se ha convocado a las autoridades de la iglesia armenia Supr Krikor en nombre del gobierno y de la instituciones, para manifestar el disgusto y las excusas por el ataque sufrido.

Las palabras del responsable de Comunicaciones de la oficina presidencial siguen al ataque perpetrado la semana pasada, en una iglesia armenia situada en Kuzguncuk, un suburbio de Estambul. Un asaltante no identificado removió la cruz de la fachada del edificio. Las autoridades eclesiásticas presentaron una denuncia y colocaron una nueva cruz allí donde la otra fue arrancada. 

Tras registrarse la denuncia, las fuerzas del orden detuvieron a un sospechoso que ahora se encuentra en prisión preventiva, aguardando ulteriores detalles en la investigación. De momento la policía no ha querido revelar la identidad del hombre arrestado ni los motivos que lo habrían empujado a semejante gesto, que se enmarca en un contexto de crecientes ataques hacia los cristianos en el país, alimentado - según algunos activistas y opositores - por los aparatos del Estado. 

Ataques y hechos de violencia en nombre del nacionalismo y del islam, siguiendo una política anti-cristiana alimentada por los mismos aparatos estatales, que no golpean solamente a las iglesias sino que también terminan embistiendo a las personas, muchas veces con saldos dramáticos. Un testimonio de ello es el caso de la pareja de cónyuges cristianos, Houmouz Diril y su esposa, Simoni, desaparecidos en enero en el sudeste de Turquía. En la segunda quincena de marzo hallaron el cadáver de la mujer, mientras que del marido no se tiene ninguna pista, a pesar de haber pasado cinco meses. “Tenemos la impresión -cuenta un parlamentario de la oposición, Tuma Çelik - de que hay personas con poder en el seno del aparato estatal, que quieren impedir una nueva presencia cristiana en el área, mediante arrestos y desapariciones, incluso de sacerdotes”.