Durante el fin de semana el arzobispo, junto a los líderes musulmanes, visitó la ciudad vieja. Entre los lugares símbolo de reconstrucción la mezquita de al-Nouri y la iglesia del reloj. El p. Paolo: “A quien se fue, les decimos que vuelvan”. Pero es necesario “restaurar las estructuras, contrarrestar la corrupción y reforzar los servicios”.
Mosul (AsiaNews) - A seis años de la toma de Mosul por parte del Estado islámico (EI, ex ISIS) la visita del del obispo a la ciudad para testimoniar la presencia de los cristianos”, para decir que, “no han abandonado la ciudad y quieren contribuir a la obra del renacimiento”. Es cuanto narra a AsiaNews el p. Paolo Thabit Mekko, responsable de la comunidad cristiana en Karamles, en la llanura de Nínive, comentando la visita de Mons. Najib Mikhael Moussa en la metrópolis del norte de Irak, junto a los líderes religiosos musulmanes y jefes tribales locales. “Con la reconstrucción de las iglesias y de las mezquitas Y de las mezquitas) y la recuperación de las actividades comerciales-agrega el sacerdote- lanzamos un mensaje fuerte, decimos a todos los cristianos que se fueron que estén presentes”.
La visita del arzobispo en la parte derecha de la ciudad, aquella en la cual surgen los edificios históricos y los lugares de culto más importantes, se realizó el 6 de junio pasado en concomitancia con el aniversario de la llegad en 2014 de las milicias yihadistas del califato. Un dominio durado hasta el verano de 2017 y perpetrado con la violencia y el terror, además de la devastación de los lugares símbolo como la mezquita de Al-Nouri y la iglesia deAl-Saa (Nuestra Señora de la Hora). Los dos lugares de culto, musulmán y cristiano, son hoy símbolo del renacimiento gracias a un proyecto de reconstrucción financiado por la UNESCO y de los Emiratos Ärabes Unidos en el contexto del programa denominado “Revivir el espíritu de Mosul reconstruyendo sus monumentos históricos”.
“Desde hace meses estamos escuchando que hablan de la reconstrucción de la mezquita, del minarete y de la iglesia del reloj de los dominicos. Los fondos fueron asignados-confirma- y hay un movimiento compartido para la restauración de estos lugares significativos, símbolo de una ciudad vieja que fue víctima de la destrucción” por mano yihadista.
El sacerdote caldeo, desde hace años comprometido en el cuidado de las miles de familias escapadas en el verano de 2014 después de la llegada del Estado islámico (EI. ex ISIS), refiere que “hasta hoy estamos todavía en el inicio de los trabajos”. El gobernador, prosigue. “está combatiendo para reconstruir la ciudad, está en acto una batalla a todo campo contra la corrupción que sigue siendo muy fuerte. Luego se necesita restaurar las estructuras, partiendo de los hospitales y de los servicios que están todavía en mal estado”
Una exigencia imprescindible para una nación que hoy está luchando, como gran parte de la comunidad internacional, para contener la pandemia del nuevo coronavirus. “En la ciudad de Mosul está bajo el toque de queda-cuenta el p. Paolo-pero los movimientos dentro de la ciudad son buenos y la provincia de Nínive se salvó del virus. Gracias a la clausura hacia otras provincias y con Kurdistán, además de las decisiones de cuarentena para quien llega de afuera, logramos limitar la difusión”.
La presencia del arzobispo “es fuente de aliento” para los cristianos y para toda la ciudad, representa un mensaje que invita a ir adelante, a reconstruir primero al hombre y luego la piedra como fundamento de la nueva Mosul”. En esta óptica, prosigue el p. Paolo, es esencial “reforzar la convivencia entre confesiones diversas . Los cristianos deben volver-explica- pero la situación no es todavía adecuada para que vuelvan”.
Se necesita seguridad, desarrollo, garantías de estabilidad, confianza porque los cristianos “se sintieron traicionados (por una parte de los) musulmanes que han colaborado con Daesh a la expulsión y a las violencias”. Todavía hoy hay “una herida abierta a nivel psicológico” que debe ser “curada”. Dar un rostro nuevo, moderno a la ciudad se vuelve esencial “en la obra de contraste al fundamentalismo. Estamos todavía al inicio-concluye el p. Paolo-pero son objetivos que hay que alcanzar para un verdadero cambio”
* Foto del patriarcado caldeo