El rabino de los Territorios ocupados, amigo de los palestinos. Contra el plan de los EEUU

Shaul David Judelman fundó con el palestino Khaled Abou Awad el movimiento pacifista Shorashim-Judur. Le fuerzas que presionan por la anexión no lograrán sus objetivos, sino que resultarán irresueltos los nudos que están en la base de las divisiones. Las diferencias entre Gantz y Netanyahu y la ruptura entre Fatah y Hamas. El plan de EEUU ocasión perdida por un posible relanzamiento de las tratativas.

 


Jerusalén (AsiaNews)- Una verdadera “reconciliación” como base para reconstruir “iniciativas políticas” capaces de curar “heridas y sufrimientos del pasado”. Y también, valorizar “la identidad de los pueblos”, sean ellos colonos o refugiados, favoreciendo al mismo tiempo “inversiones en los programas de base”, de la instrucción a la religión “involucrando a los líderes” . Son estos los puntos trazados a AsiaNews por Shaul David Judelman, rabino israelí que vive en una colonia y es fundador, junto al palestino  Khaled Abou Awad, del movimiento Shorashim-Judur (Friends of Roots), que promueve el diálogo y la convivencia entre los dos pueblos. De Seattle, él se transfirió a Bat Ayin, una comunidad religiosa en los Territorios Ocupados de Cisjordania y junto al vecino palestino, con el cual en los años nació una estrecha relación de amistad, él trata de hacer transmitir la “convivencia”. Sea esta “en un único o en dos Estados separados”. 

Un objetivo hoy más que nunca actual. en un contexto de renovadas tensiones  por el plan de anexión de parte de los territorios ocupados en Cisjordania y en el valle del Jordán, deseado  por el líder israelí Benjamín Netanyahu. En caso de actuación- con la aprobación de los EEUU en el contexto del controvertido Acuerdo del siglo- el gobierno de Israel terminaría por incorporar hasta el 30% de los territorios reivindicados por los palestinos como parte de su futuro Estado. Un proyecto que para el rabino parece destinado a fracasar, pero que queda como el espejo evidente de la contraposición entre las partes que no será jamás capaz de hacer surgir un verdadero diálogo, una confrontación clara en busca de una solución.

A continuación la entrevista de Shaul David Judelman a AsiaNews:

¿En el medio de la pandemia de Covid-19 y contra cada pedido de la comunidad internacional, salvo pocas excepciones entre los EEUU, el plan de anexión irá adelante?

No creo que las fuerzas que presionan para la anexión lograrán realizar sus objetivos. Hay diversas y complejas motivaciones en la base, entre un posible cambio de paradigma en las relaciones y en las tratativas entre israelíes y palestinos. Está también el contexto internacional, que en mi opinión lo hace fuera de alcance a este proyecto.

Netanyahu preme por la anexión,  el aliado del gobierno Gantz parece frenar aún no mostrándose contrario. ¿Cuales pueden ser los desarrollos de este dualismo interno?

Benny Gantz puede hacer mucho, porque los EEUU quieren que la decisión en mérito a la anexión venga de un frente de coalición unido. Pero en este contexto hay una profunda diferencia entre los dos: Gantz no creo busque una movida electoral que cierre la puerta a un Estado palestino, en un contexto de anexión maximalista. Creo que él prefiera absorber en una óptica siempre sea unilateral, aquellos bloques ya previstos por las precedentes tratativas y espera que la amenaza lleve a la dirigencia palestina a la tratativa. El verdadero nudo gira alrededor del Valle del Jordán, que es el punto de no retorno para la Autoridad palestina , pero aquí no sé cuáles sean los verdaderos objetivos de Gantz.  En juego habrá varios aspectos, como bien lo explicó en un editorial en el Times of Israel , Haviv Rettig Gur en una perspectiva geopolítica (en la cual se analiza el posible retirada de EEUU de Oriente Medio como empuje para la anexión). 

¿Qué debería hacer en este contexto la Autoridad palestina?

Yo creo que deberían haber aceptado, al menos en el país, algunas partes del plan de Trump como base de las tratativas. Esta movida habría desplazado a Netanyahu y habría obtenido el apoyo de gran parte de la comunidad internacional y del mundo árabe. Pero esto no sucedió. Y llegamos hasta aquí por las acciones de ambos actores en juego. Si hubiesen reconocido el patrimonio hebraico-israelí en Cisjordania, esto habría tomado  mucho aliento a la propaganda israelí. Pero la cuestión asentamientos aparece como una “línea roja”, insuperable.

Pienso que la dirigencia palestina debería verificar la legitimación a su leadership, también a través del paso electoral para entender la intención del pueblo. En realidad, las divisiones entre Fatah y Hamas fueron la verdadera catástrofe para la causa palestina en los ´últimos 10 años. Por cuanto sea feliz ponerse en lugar de Benjamín Netanyahu, yo estoy aún más convencido de no estar entre aquellos de Abu Mazen. 

Muchos, también en la comunidad internacional, parecen haber olvidado la cuestión israelo-palestino. ¿Es tarde para un acuerdo que satisfaga a ambas partes o un reinicio del diálogo?

No pienso que el problema dependa de la comunidad internacional. La cuestión es interna a la sociedad, que no entiende ser la una socia de la otra. Y luego las voces políticas de cada nación, que pretenden ‘poseer’ la verdad. El rol de la comunidad internacional en este conflicto es muy complicado. Si se piensa que pueda forzar a un acuerdo al frente israelí,cómo ha pensado el campo palestino, quiere decir ignorar la realpolitik y los sucesos de Israel. Se considera como Trump de forzar a los palestinos ignore los principios y el orgullo de la causa palestina. Creo que la pregunta concreta sea: ¿es demasiado tarde para dar poder a los campos moderados para obstruir confianza y una base electoral que pueda sostenerlos en la búsqueda de un acuerdo adecuado? No, no es demasiado tarde pero la intención común es sobre elementos equivocados.

Vuestro movimiento apunta sobre 2 elementos: confianza y comprensión. ¿Es todavía posible entre líderes y personas comunes?

En cuanto iniciativa civil, creemos que este sea nuestro rol. Hay una paradoja entre obra de reconciliación y derechos políticos. Pienso que a este punto del conflicto, sin una verdadera reconciliación no habrá ninguna voluntad de promover iniciativas políticas en grado de curar heridas y sufrimientos del pasado. Y a nivel de base, hay todavía mucho que hacer. La semana pasada un israelí se lanzó a un lago para salvar a una familia beduina de 4 personas. Y murió durante el intento. Se trata de un israelí medio, que obró en este modo. Pero, si preguntas en cualquier página de Facebook: ¿Quienes son los israelíes? puedes bien imaginar las respuestas que obtienes. Y como esta hay muchas otras historias de palestinos que ayudan a los israelíes involucrados en accidentes viales. Si hubiese un mayor voluntad política y un panorama adapto para promover políticas comunes positivas, que mejoren la vida de las personas como el acceso al agua, derechos de edificar, condena de los ataques contra los civiles, reconocimiento del patrimonio hebreo también en Cisjordania y Samaría, estos serían pasos bien concretos de paz.

Rabbí, ¿cuáles errores del pasado no se deben repetir?

Ignorar la identidad de los pueblos, para finalidades políticas. Que se trate de refugiados como de colonos, estos son elementos fundamentales para la identidad palestina como para la israelí, que no pueden ser ignoradas. Y también, inversiones en programas de base, desde el sistema educativo a la planificación regional a los líderes religiosos. Sin la involucración de éstos últimos, seríamos víctimas de los pedidos y de las acciones de los extremistas. El difunto rabino Menachen Froman una vez dijo: “La religión en esta tierra no es sólo un poco de polvo que puede barrerse debajo de la alfombra y seguir adelante. Es como un tigre y si lo hostigas, se levanta y te muerde”. Seremos tontos si lo ignoramos de nuevo.