Beijing rompe con los EEUU y Europa y refuerza las empresas de Estado

Xi Jinping lanza un plan trienal en apoyo de las empresas estatales. Washington y la UE quieren paridad de tratamiento para las propias compañías. Sectores del poder chino piden privatizar las 130 mil empresas de Estado. Ursula von der Leyen: Reequilibrar las relaciones con Beijing. Secretario de EEUU en el Tesoro: Sin reformas por parte china el desacoplamiento será inevitable.

 


Beijing (AsiaNews)- China lanzó un plan trienal para reforzar sus empresas de Estado. La decisión, que fue tomado en los días pasados por el presidente Xi Jinping, es contraria a los compromisos asumidos con los EEUU y la Unión europea. Desde hace año, Washington y las cancillerías europeas piden que sus empresas puedan competir con armas iguales en el mercado chino.

En China operan cerca de 130 mil empresas estatales. Dada la propia deficiencia, sectores del poder piden la reforma de un gran programa de privatizaciones, necesario también a la luz de la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus y por la guerra comercial en curso con los EEUU. En 2019, las grandes compañías estatales han generado de hecho  ganancias por 1.500 millardos de yuan (190 millardos de euros; demasiado poco para los capitales que tienen a disposición: 210 millardos de yuan (cerca de 27 millardos de euros).

Como indicado en un plan gubernamental de 2013, la reforma de las grandes empresas de Estado deberían seguir los principios del libre mercado. Yi Gang, gobernador del Banco central, afirmó en modo claro que el gobierno debería garantizar la paridad de tratamiento a todos los concurrentes en el mercado chino. Su línea contrasta con la Xi y se avecina más a las posiciones del Premier Li Keqiang. Para Li, las autoridades deberían concentrarse sobre las ayudas a las pequeñas y medianas empresas en larguísima parte de privados.

Según muchos observadores, el Partido comunista jamás abandonará el apoyo a las empresas de Estado, consideradas un eje de la economía “socialista de mercado” y sobre todo, un instrumento de control de conflicto económico y político. Esto aumentará las tensiones entre Beijing y el frente occidental.

El 8 de julio, en un discurso al Parlamento europeo, Úrsula von der Leyen había criticado en modo explícito al gobierno chino por sus atrasos en el abrir el mercado interno y por las ayudas a las empresas de Estado.

El día siguiente, el secretario de los EEUU en el tesoro Steven Mnuchin fue aún más duro. Mnuchin declaró  que si a las compañías  estadounidenses no será reconocido paridad de tratamiento en China, decoupling (separación) de la economía de EEUU de aquella china será inevitable.