A 37 años de inicio del conflicto entre el ejército y los Tigres Tamil y en vista de las elecciones del 5 de agosto, el Consejo nacional por la paz pide unidad entre las diversas almas del país. Alcanzar un futuro compartido y una convivencia pacífica. Favorecer la devolución del poder en el respeto de la sociedad pluralista esrilanquesa.
Colombo (Asia News) – En vista de las elecciones generales del 5 agosto, el Consejo nacional por la paz (CNP) invitó a todos los candidatos, sus partidos y a los electores a construir un itinerario de reconciliación nacional basado sobre la comprensión recíproca, sobre la confianza y sobre la justicia.
Independientemente de quién vencerá las próximas elecciones-declara el CNP- el país debe permanecer unido, de otro modo todos perderemos. A 37 años del “julio negro”, este es un desafío continuo”.
La referencia del CNP, que trabaja en una solución política del conflicto ético en Sri Lanka, es al 23 de julio de 1983, cuando un comando de Tigres para la liberación de la patria Tamil mató a 13 soldados del ejército.. Como respuesta, grupos pertenecientes a la mayoría cingalesa desencadenaron un pogromo contra la minoría Tamil. La guerra continuó hasta el año 2009, cuando las Fuerzas armadas derrotaron a los rebeldes.
Para el CNP, en la base de conflicto- y de la no reconciliación- hay una brecha política, social y económica entre cingaleses y tamil: “El país sufrió mucho tiempo por nuestra incapacidad de unificar y conectar a todos los ciudadanos en un cuadro de gobernancia que todos puedan concordar. este mes de julio debería ser un momento de introspección en el cual la nación reflexione sobre nuestras divisiones y sobre cómo alcanzar un futuro compartido y una convivencia pacífica”.
Según los activistas del CNP, los valores sobre los cuales refundar las estructuras de gobierno son aquellos que garanticen iguales derechos, iguales oportunidades e igual protección delante de la ley. “Conservando nuestra sociedad pluralista, multiétnica y multireligiosa-agregan ellos- hay también necesidad de asegurar la devolución del poder, de tal modo que las minorías étnicas y religiosas puedan sentirse al seguro y mirar con confianza en el futuro.