Prof. Tritto: El Covid-19 fue creado en el laboratorio de Wuhan. Ahora está en manos del ejército chino
de Bernardo Cervellera

Hoy sale a la venta el libro “China Covid-19. La Quimera que cambió el Mundo” (Ediciones Cantagalli, Siena, 2020, 272 págs., 20 euros), del científico Joseph Tritto. Los experimentos de bioingeniería que China realizó con la ayuda financiera y científica de Francia y Estados Unidos. Los estudios - en un principio, para crear vacunas - poco a poco se transformaron en una investigación con finalidades de tipo bélico. El laboratorio de Wuhan ahora está en manos del Ejército de Liberación del Pueblo, al mando de la Gral Chen Wei, una experta en armas bioquímicas y bioterrorismo. La lucha (comercial) por las vacunas. Es imperioso que China firme la Convención sobre armas biológicas y tóxicas.

 


Roma (AsiaNews) – El Covid-19 está dejando víctimas e infectados en todo el mundo. Hay que destacar, sin embargo, que este virus no está presente en la naturaleza, sino que fue creado en un laboratorio de Wuhan, más precisamente en el laboratorio de bioseguridad nivel 4. Cabe destacar que en la construcción de esta “quimera” - que es como se denomina el proceso de creación de un organismo en un laboratorio - no solo han intervenido científicos chinos; también colaboraron franceses y estadounidenses. Hasta hace pocos meses, esta hipótesis era definida como una “teoría de la conspiración” y se topaba con el desprecio de quienes defendían “la inocencia” de China; incluso fue calificada como “absurda” por varios expertos que defendían la “inocencia” de la Ciencia. Sin embargo, esta tesis hoy es respaldada por una cantidad de documentación, fechas, hechos y nombres revelados por un científico de fama internacional: el Prof. Joseph Tritto, presidente del WABT (World Academy of Biomedical Sciences and Technologies) con sede en París, una institución no gubernamental fundada en 1997 con el patrocinio de la UNESCO. 

El Prof. Tritto, de 68 años, es el autor del libro que hoy sale a la venta gracias a la gente de la Editorial Cantagallo: “China Covid-19. La Quimera que cambió el Mundo”. 

En las 272 páginas del libro, que uno lee con la misma pasión de una novela policial, el Prof. Tritto explica los orígenes del virus con precisión y rigor científicos. Primero se refiere al intento chino de estudiar vacunas contra el SARS; insertando genomas del HIV en los organismos (para volverlos más agresivos); agregando elementos de coronavirus descubiertos en murciélagos “de herradura” a través de un método llamado “reverse genetics system 2”.

La primera responsable de estos experimentos de ingeniería genética es la Profesora Shi Zheng Li, directora del laboratorio de Wuhan. Cabe destacar que este centro ha contado con la ayuda del gobierno francés y del Instituto Pasteur. Gracias a ambos, los chinos aprendieron a utilizar los genomas del HIV. También han colaborado algunos científicos estadounidenses, como el Prof. Ralph S. Baric, de la Universidad de Carolina del Norte, y han recibido fondos de los EEUU orientados al desarrollo (USAID). Los científicos de los EEUU estaban interesados en los estudios sobre los coronavirus, que hasta el 2017 estuvieron prohibidos en su país debido a su peligrosidad. 

El Prof. Tritto tiene un currículum respetable: es un médico especialista en Urología, Andrología, Microcirugía de la infertilidad, es profesor de Microtecnologías y Nanotecnología (en el Reino Unido y en la India). Además, es Visiting Professor y director de nano-medicina en la Amity University de Nueva Delhi (India). Y es precisamente por ello que él puede ahondar en el significado de estas investigaciones realizadas en Wuhan. Según el Prof. Tritto, en su origen las investigaciones se orientaban a combatir las enfermedades. Sin embargo, poco a poco se transformaron en estudios de bioingeniería para fabricar armas biológicas letales. 

No es casual que en los últimos 5 años, el laboratorio de Wuhan recibiera los fondos más jugosos de toda China, para la investigación en virología. De esta manera, se convirtió en un laboratorio muy avanzado, bajo el control directo de la Academia de Ciencias y del mismísimo gobierno chino.

Según Tritto, “es probable que la Profesora Shi Zheng-Li no tuviera ningún interés en trabajar para objetivos militares o de otro tipo, a menos de que se viera obligada a ello. Nadie duda de su buena fe”. El hecho es que luego de la enorme publicidad que tuvo el laboratorio a raíz de la pandemia, la actual responsable del Instituto de Virología de Wuhan, Chen Wei (foto 1) fue nombrada general mayor del Ejército Popular chino. A ella se ha unido un equipo en el cual se destaca el nombre de Zhong Nanshang, un famoso neumonólogo con vasta experiencia en enfermedades pulmonares infecciosas. La Gral. Chen también es experta en armas bioquímicas y en bioterrorismo. 

En la práctica, el Instituto de Virología de Wuhan ha sido intervenido y funciona bajo el control de las Fuerzas Armadas. De la Profesora Shi Zheng-Li, no se tienen noticias: parece estar desaparecida. 

En el libro, los científicos no dejan una buena impresión: impulsados por el deseo de conocimiento, luego se vuelven ávidos de poder, de arribismo, ya sea por un afán de hacer carrera o por dinero. Una parte del libro está dedicada a la cuestión de la investigación de las vacunas, que enfrenta a todos los institutos y laboratorios en una competencia. Una carrera que no es por amor a la Medicina y para salvar a millones de enfermos de coronavirus, sino solo para ser los primeros en vender la vacuna al mundo entero.Y en esto, China es magistral: según el Prof. Tritto, Beijing no puso a disposición la estructura genética originaria del coronavirus (el virus madre); solo difundió datos parciales. ¿Y por qué hizo esto? Porque solo si se posee la estructura original del virus, se puede producir una vacuna realmente universal, eficaz en cualquier punto del globo. Con el correr del tiempo, los virus mutan y una vacuna producida a partir de un virus que ha mutado solo es eficaz para un cierto período y en una determinada zona. 

En síntesis: en vez de un amor por la ciencia, solo hay un comercio mezquino y miserable.  

Sin embargo, no hay que olvidar – y tampoco lo hará el Prof. Tritto - que ha habido muchos héroes en esta pandemia. Además de los médicos y enfermeros que han dado su vida para atender a los pacientes que acudían en avalanchas a la guardias de emergencias, también hay que recordar a los primeros médicos que denunciaron la presencia de una epidemia en Wuhan. A esas personas que la policía silenció y que fueron amenazadas con el despido. Hablamos de la Profesora Ai Fen (foto 2): ella fue la primera en hablar de una “gripe extraña”, pero luego fue censurada por las autoridades hospitalarias. También nos referimos al oftalmólogo y Prof. Li Wenliang (foto 3), quien también fue silenciado por las autoridades del mismo hospital y murió de coronavirus luego de infectarse en contacto con un paciente. En cuanto a la Prof. Ai Fen, no hay forma de contactarse con ella y  se desconoce cuál es su paradero

En su libro, el Prof. Tritto también se detiene en la situación de la Organización Mundial de la Salud,  que – para muchos – se ha convertido en “un títere” del gobierno de Beijing, y ha secundado todos sus silencios sobre la epidemia. 

El libro no se ciñe al pasado: el Prof Tritto insta a establecer normativas mundiales que regulen la investigación sobre las quimeras, el funcionamiento de los laboratorios de seguridad Nivel-4, y los lazos entre los laboratorios militares y civiles. Y que obliguen a que China y los demás países suscriban la Convención sobre armas biológicas y tóxicas.