Obispo filipino: la lucha contra la pandemia de Covid-19 es ‘responsabilidad de todos’

Mons. Roberto Gaa recuerda que para detener el nuevo coronavirus, cada uno “debe hacer su parte”. “No debemos descargar esta tarea sobre los demás”. Desde el primero de agosto, la arquidiócesis de Manila y las diócesis de Cubao y Parañaque suspenden misas y celebraciones.  Al día de hoy, se registran 112.000 contagiados y 2115 víctimas. 

 


Manila (AsiaNews/Cbcp) - Los esfuerzos para impedir la difusión del nuevo coronavirus en las Filipinas no llegarán a buen puerto si los ciudadanos no colaboran “haciendo su parte”. Es el pedido del  obispo de Novaliches, Mons. Roberto Gaa, quien afirma que la lucha contra la pandemia es responsabilidad de todos. “En primer lugar - explica - tenemos que cuidarnos nosotros. No debemos descargar estar tarea sobre los demás”.

Filipinas acaba de dictar una nueva cuarentena (lockdown) en Manila y sus alrededores luego de constatar un rebrote del virus. Decenas de millones de personas se ven forzadas a permanecer en casa; miles han quedado bloqueadas en el aeropuerto capitalino, porque la cancelación de los vuelos internos les impide partir.   

Al día de hoy, en las Filipinas se registran más de 112.000 infectados y 2115 víctimas. 

“Si todos colaboramos - subraya - velaremos por nuestra familia y al mismo tiempo, por todas las personas con las que nos encontramos”. El obispo resalta la importancia de acatar rigurosamente los protocolos sanitarios y las disposiciones de las autoridades, evitando salir si no es necesario. Es tiempo de unirse y de actuar para combatir la amenaza: “si hacemos nuestra parte, también ayudamos a los médicos, que combaten en primera línea”. 

La cuarentena rige para las provincias de Manila, Bulacán, Cavite, Laguna y Rizal y se extenderá hasta el 18 de agosto. Se tomó la decisión luego del alerta de los trabajadores de la salud, en reclamo de una “pausa” en las actividades, para organizar estrategias de control mientras los casos de Covid-19 continúan aumentando. 

En tanto, varias iglesias de las Filipinas decidieron suspender misas y actividades, incluso antes de darse a conocer la disposición del gobierno que obliga clausurar los lugares de culto. El primero de agosto, la arquidiócesis de Manila y las diócesis de Cubao y Parañaque confirmaron el cierre de actividades para las próximas dos semanas. El obispo auxiliar de Manila, Mons. Broderick Pabillo, confirmó que la medida responde al reclamo del personal de salud que invocaba una “pausa” para evitar la escalada de contagios. “Seamos solidarios con los médicos que están en primera línea - afirma - , acogiendo a los enfermos que abarrotan los hospitales. Hemos visto su dedicación hacia las personas que confían en ellos. Muchos están agotados y quizás desalentados frente a la enorme responsabilidad que les toca. Por eso estamos cerca de ellos y los sostenemos”.