Ángeles con una misión: al servicio de los enfermos abandonados entre los escombros de Beirut
de Pierre Balanian

En pocos días el Dr.  Rida Zeineddine reunió alrededor suyo a enfermeros y doctores que visitan gratis a las personas que resultaron heridas por las explosiones en el puerto. Muchos de ellos son ancianos, enfermos de cáncer, diabetes, infectados por Covid-19 y no se pueden mover de sus casas. La campaña “En ayuda a Beirut devastada”.

 


Beirut (AsiaNews). – Beirut no se rinde: las instituciones públicas colapsan, dimite el gobierno, los diputados abandonan sus cargos en el medio de la crisis. Sin embargo, delante de los escenarios más oscuros surgen fuerzas quizás tal vez hasta más válidas de cada gobierno. Una Iniciativa nacida de las necesidades de estos días y digna de una película es aquella de “Angels with Mission (Ángeles con una misión)”, nacida de la iniciativa de un solo ciudadano, es más de la sensibilidad de un joven de 15 años. 

Se trata de una asociación surgida de la nada el miércoles pasado, el 5 de agosto, el día después de las explosiones. Rida Zeineddine, un médico está de servicio en la guardia de un hospital, cuando se abren las puertas del infierno: sin parar llegan heridos graves, víctimas de las explosiones que devastaron la capital. El celular suena continuamente, Rida cuenta 250 llamadas a las cuales no respondió porque ocupado en salvar vidas, extraer vidrios y esquirlas de los cuerpos, coser heridas abiertas. Pero tuvo que responder a una llamada de su hijo de 15 años, Ahmed Zeineddine:

“Papá, ¿estás bien? nosotros estamos bien, estamos preocupados por ti”

“Estoy en el trabajo: llegan tantos heridos que estamos curando”.

“Pero papá, ¿quien se ocupará de ellos cuando volverán a casa? Sin electricidad, ni agua ¿con este calor?”.

Fue la voz del ángel que sugirió aquello al cual nadie había pensado. Por toda la noche Rida no duerme pensando a la pregunta de su hijo. El día después él solo decide que con su dinero comprará cuanto sea necesario para la farmacia del barrio y se dirige hacia las casas, a curar a las personas salidas del hospital y que están solas en sus casas y con la heridas que hay que desinfectar todos los días.

Con una voz cansada, después de haber transcurrido toda la jornada yendo de una casa a otra. El doctor Rida, narra a AsiaNews: “Inicié solo, luego mi iniciativa, luego esto gustó a mis amigos y colegas. Y así me encontré acompañado por tantas personas. En 2 días se me terminó todo el dinero de mi sueldo, comprando gasas, jeringas, hilos para coser, desinfectantes, y otras cosas. Poco a poco empecé a contar con el apoyo de amigos y parientes; había quien me traía una bolsa, otros jeringas, agujas e hilos, quien un poco de dinero. No estaba solo: en 4 días ya éramos una cincuentena entre médicos y enfermeros”.  

Cuando en 1990 terminó la guerra civil en Líbano, el doctor tenía 10 años. de aquel período él recuerda una infancia robada, una adolescencia de reconstrucción y privaciones; una juventud de bienestar falso, un país corrupto y robado por los políticos, con tanta gente que se aferraba a la vida, a un futuro nivel, esperando en un país mejor.

El doctor Rida odia los confesionalistas, causa de todos los males del país. “Nosotros curamos a todos-afirma- no importa a cual religión o confesión pertenezca. Visité y atendí a sirios, palestinos, empleadas domésticas filipinas, esrilanqueses... No curo ni me ocupo sólo de los libaneses: el dolor y la soledad no tienen raza o religión”.

Los enfermos de los cuales el doctor se ocupa junto a sus amigos son “personas solas, sobre todo ancianas, enfermos de diabetes y cáncer, heridos a causa de las explosiones, enfermos con el síndrome de Down, personas infectadas por el Covid-19. Son todas personas que no pueden ir al hospital o no tienen el dinero para ir a hacerse quitar las esquirlas de vidrio; los extranjeros, que ni siquiera tienen documentos. La miseria abunda, escondida, sepultada como los cuerpos bajo los escombros, en un silencio tumbal”.

El silencio es vencido con las redes sociales: “Abrí una página en Facebook-explica- y un perfil en Twitter y lancé llamamientos para curaciones gratuitas a domicilio. Y la gente nos contacta. Yo subrayo siempre la palabra “gratuitas”, porque muchas veces la gente no tiene ni siquiera el dinero para comprarse pan”. 

Entre los casos que en estos días lo afectó más, está el de “una señora de 80 años que vivió la Segunda guerra mundial, la guerra de 1958, aquella de 1975 al 1990. Fue embestida por los vidrios rotos y está sola en casa, al segundo piso de un edificio inaccesible, con las escaleras destruidas y la entrada bloqueada por los escombros. Para llegar tuvimos que descender de la terraza de un edificio adyacente también este oscilante. A la mujer se debió dar 400 puntos, ella rechaza abandonar la propia casa y quiere vivir allí en medio a los recuerdos de una vida entera, que ahora yacen esparcidos o semidestruidos en el suelo. 

También hay “un señor enfermo de diabetes, con un pie amputado que no logra bajar de la cama. También él tenía muchas heridas causadas por las esquirlas de vidrios”.

Los casos son muchos, cada uno con una vida de dolor insoportable, marcada de dignidad y fuerte aferramiento a la vida”. 

“Continuaremos con nuestras fuerzas y recursos, hasta que podamos. Aquí la situación económica es difícil para todos. Necesitamos material médico para aliviar dolores, curar heridos, desinfectar diariamente las llagas. Esperamos en la ayuda de todos”. 

Para sostener a la población de Beirut y del Líbano, y para colaborar con Caritas Líbano, AsiaNews ha decidido lanzar la campaña “Socorrer a una Beirut devastada”. Aquellos que deseen colaborar pueden enviar sus donativos a: 

- Fondazione PIME - IBAN: IT78C0306909606100000169898 - Código de Identificación del Instituto (BIC): BCITITMM - Motivo: “AN04 –  SOCORRER A UNA BEIRUT DEVASTADA”

-a través del sitio de AsiaNews “DONA AHORA”