Con la reforma del 2019, el 10% de los puestos estatales y de las vacantes en las escuelas públicas queda asignado a las familias desfavorecidas, sin hacer distinciones de casta. La aplicación de la normativa beneficia a miles de fieles siro-malabares.
Thrissur (AsiaNews) – Los obispos católicos de Kerala protestan contra el gobierno y exigen que se aplique la ley de cupos para los sectores más pobres de la población. La normativa fue introducida con una enmienda constitucional en el año 2019, y reserva el 10% de los puestos estatales y en las escuelas públicas a los ciudadanos que pertenecen a familias cuyos ingresos anuales sean inferiores a 800.000 rupias (aprox. 9.000 euros) o que posean menos de cinco acres de tierras.
Hasta la reforma del año pasado, que extiende los beneficios a los pobres de las castas elevadas, los cupos en las oficinas y escuelas públicas quedaban reservados exclusivamente a los dalits (sin casta), a los adivasi (tribales indígenas) y a las “demás clases desfavorecidas”. Estos fueron adoptados para mejorar la situación socio-económica de estas clases rezagadas.
El gobierno central ha solicitado la actuación de la ley constitucional a la administración pública de cada uno de los Estados de la federación. El Ejecutivo de Kerala figura entre aquellos que aún no han aplicado la medida. Esto ha dado lugar a las protestas de mons. Andrews Thazhath, arzobispo de Thrissur, y de mons. Joseph Kallarangatt, obispo de Palai.
Hasta ahora, para la Iglesia india la cuestión central ha sido la de los cupos reservados a los dalit cristianos. James Elavunkal, presidente de la asociación de Dalits del Kerala, recuerda que los “sin casta”, una vez que se han convertido al cristianismo, pierden automáticamente todos los derechos y beneficios de los cupos. “Es una injusticia social que atenta contra nuestros derechos constitucionales”, declara a AsiaNews. Con la revisión constitucional del 2019, los dalits cristianos también podrán acceder a los empleos públicos reservados por ley.
El padre James Kokkavayalil dirige el Departamento para la sensibilización de la comunidad y la protección de los derechos en la arquidiócesis de Changanacherry. El sacerdote asevera que la iglesia siro-malabar no conseguirá nada si no alza la voz contra el gobierno: “Como fue subrayado por los líderes católicos, miles de miembros de nuestra comunidad podrían beneficiarse de los puestos reservados”.