Se sospecha que los detenidos pertenecen a las “tríadas”, la mafia local. El asalto a la estación del subterráneo local culminó con 50 heridos. Los activistas acusan a la policía de actuar en connivencia con la pandilla mafiosa. Las investigaciones avanzan, pero para los demócratas, las Fuerzas del orden son un instrumento de represión. El gobierno trata de hacer caer las acusaciones contra un policía que disparó contra un manifestante pro-democracia.
Hong Kong (AsiaNews) – La policía arrestó en el día de ayer a otras seis personas - llevando el total a 43 - que estarían implicadas en el ataque a Yuen Long, perpetrado el año pasado en medio de las manifestaciones pro-democracia y contra la ley de extradición. Las Fuerzas del orden mantienen su identidad bajo reserva; según la información difundida por la prensa, los detenidos tendrían vínculos con las “tríadas”, las mafias del lugar.
El 21 de julio de 2019, en la estación local del subterráneo metropolitano (MTR), ubicada cerca de la frontera con China, un grupo de pandilleros atacó a los manifestantes que protestaban contra la ley de extradición y a pasajeros inocentes. Vestidos con camisetas blancas (para distinguirse de los manifestantes vestidos de negro) y armados con barras de hierro, palos y otros objetos contundentes, la pandilla mafiosa descargó su violencia contra la gente, dejando 50 heridos.
La policía, pese a que fue alertada sobre la emergencia, acudió al lugar con 35 minutos de demora. Según los activistas, esto se debió a que los uniformados actuaron en connivencia con las tríadas, utilizando la violencia para quebrar la resistencia del movimiento democrático. Las víctimas de la agresión también acusan a las fuerzas del orden de prevaricación con respecto los arrestos. Estas últimas justifican su demora en la investigación con la necesidad de reunir una gran cantidad de pruebas, y alegando que varios sospechosos huyeron de la ciudad. Hasta ahora, las autoridades judiciales solo han incriminado a seis personas.
Chan Tin-chu, a a cargo de la jefatura policial de los Nuevos Territorios, declaró que los seis detenidos – cuyas edades oscilan entre 32 y 57 años – están acusados de “desórdenes y asociación para delinquir, con tentativa de daños”. Chan puntualizó que las investigaciones prosiguen y que habrá otros arrestados vinculados al caso.
El arresto de los presuntos miembros de la banda mafiosa no aplaca las críticas del frente democrático, para el cual la policía es un instrumento de represión en manos del Ejecutivo de la ciudad, respaldado por Beijing. Ted Hui, un parlamentario del Partido demócrata, denunció hace algunos días que Teresa Cheng, secretaria de Justicia, intentó impedir un proceso que tiene a un policía como implicado. El agente fue llevado a juicio por efectuar disparos y herir a un manifestante que se manifestaba a favor de la democracia en el pasado mes de noviembre. Para Hui, la intervención de Cheng atenta contra la ley y responde a motivaciones políticas, que pretenden poner fin a las peticiones democráticas de la población. El parlamentario declaró que hará una presentación ante los jueces, pidiendo que se revise la decisión tomada por la representante de gobierno.