Minsk, la policía bloquea la entrada de una iglesia católica y arresta a manifestantes
de Vladimir Rozanskij

Cerca de cien manifestantes que habían participado en una marcha se refugiaron en el edificio sacro. Mons. Kondrusiewicz: es un atentado a la libertad religiosa; las acciones de la policía son “inapropiadas y contradictorias”, y no conducen a la reconciliación.  

 


Moscú (AsiaNews) - Las fuerzas especiales de la policía bielorrusa, los Omon, bloquearon el ingreso a un templo católico conocido como la “iglesia roja” (krasnyj kostel), en el centro de Minsk. En el lugar, se había refugiado un grupo de casi cien manifestantes, perseguidos por la policía. El líder de los católicos bielorrusos, el arzobispo metropolitano Tadeusz Kondrusiewicz, expresó su contrariedad por esta limitación de los derechos de los creyentes, negándoles la hospitalidad en las iglesias.

El arzobispo recordó que las fuerzas del orden “por definición, son llamadas a proteger las libertades fundamentales de los ciudadanos, incluyendo la libertad de confesión religiosa y no obstaculizar su cumplimiento”. El prelado definió las acciones de la policía como “inadecuadas y contradictorias”, solicitó una investigación sobre los hechos, y que los culpables sean castigados como marca la ley. Su declaración también fue publicada en el sitio de la Iglesia Católica de Bielorrusia.  

“Estas acciones, así como otras similares, de parte de los tutores del orden, no ayudan a aplacar la tensión y tampoco favorecen un rápido regreso de la paz y la concordia a la sociedad bielorrusa. Justamente en un período en el que la Iglesia Católica trabaja con todas sus fuerzas por la reconciliación y el diálogo, a fin de resolver un conflicto político que jamás se había visto en nuestro país”, se lee en el comunicado de  Kondrusiewicz.

Se unió al arzobispo el vicario general de la arquidiócesis de Minsk-Mogilev, el obispo Jurij Kasabutskij, cuya declaración fue publicada en el sitio catholic.by: “La prohibición de entrar y salir de la iglesia contradice el derecho de los ciudadanos a la libertad de conciencia y de religión, garantizado por la Constitución de la República de Bielorrusia, ofende los sentimientos de los creyentes y atenta contra los límites establecidos por las leyes de los hombres y de Dios”. sostiene Kasabutskij.

En la noche del 26 de agosto, los policías dispersaron a miles de manifestantes que se habían reunido en la Plaza de la Independencia, en Minsk; un grupo de cien ingresó a la iglesia roja, donde se encontraban muchos fieles reunidos, para la celebración vespertina. 

Los Omon bloquearon el ingreso durante horas, y al reabrir las puertas arrestaron a varias personas en la salida de la iglesia.