Papa: El escándalo de la cruz, el cuidado de lo creado

En el Ángelus, el Papa Francisco subraya que la cruz es “participación con Cristo en la salvación del mundo”. “La cruz es signo santo del amor de Dios y del Sacrificio de Jesús, y no debe ser reducida a un objeto supersticioso  o joya ornamental”. El 1° de septiembre se celebra la Jornada del cuidado de lo creado y por todo el mes se realizarán eventos que exaltan la responsabilidad ecológica. Preocupación por las tensiones en el Mediterráneo oriental.

 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Un llamamiento a los cristianos a superar el “escándalo” de la cruz,  sino “participación con Cristo en la salvación del mundo”, y un pedido para celebrar el 1° de septiembre se celebra la Jornada del cuidado de lo creado y por todo el mes dedicado a la responsabilidad ecológica: son los dos temas que trató el Papa Francisco en el Ángelus con los peregrinos en la plaza de san Pedro. 

El Papa explica el pasaje del evangelio de este domingo mostrando que “A lo largo del camino hacia Jerusalén, explica abiertamente a sus amigos lo que le espera al final en la ciudad santa: preanuncia su misterio de muerte y de resurrección, de humillación y de gloria. Dice que deberá «sufrir mucho por causa de los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que lo matarían y al tercer día resucitaría» (Mt 16, 21).

 El Papa recuerda que sus palabras “no son comprendidas, porque los discípulos tienen una fe todavía inmadura y demasiado unida a la mentalidad de este mundo (cfr Rm 12, 2”) Piensan en una victoria demasiado terrenal, y por ello no entienden el lenguaje de la cruz".

Francisco nos invita a ver la escena, fijando nuestra mirada en Pedro, quien ante la posibilidad de que Jesús pueda fracasar y morir en la cruz se rebela y le dice: «Dios no lo quiera, Señor; no te ocurrirá eso» (v. 22). Cree en Jesús, le quiere seguir, pero no acepta que su gloria pase a través de la pasión. Para Pedro y los otros discípulos - ¡pero también para nosotros! - la cruz es un “escándalo”, mientras que Jesús considera “escándalo” el huir de la cruz, que sería como eludir la voluntad del Padre”.

"Pero... diez minutos antes, Jesús alabó a Pedro, le prometió ser el fundamento de su Iglesia, el fundamento; diez minutos después le dijo "Satanás". ¿Cómo puedes entender eso? Nos pasa a todos: en los momentos de devoción, de fervor, de buena voluntad, de cercanía al prójimo, "ah, miremos a Jesús y sigamos adelante"; pero en los momentos en que la cruz viene hacia nosotros, huimos. El diablo - "Satanás", le dice Jesús a Pedro - nos tienta. Es precisamente del espíritu maligno, es precisamente del diablo que hace que nos alejemos de la cruz, de la cruz de Jesús".

Después, afirma el Papa, Jesús dirige la palabra a todos y añade: «Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz, y me siga» (v. 24). De este modo Él indica el camino del verdadero discípulo, mostrando dos actitudes. La primera es «renunciar a sí mismos», que no significa un cambio superficial, sino una conversión, una inversión de valores. La otra actitud es la de tomar la cruz”.

“No se trata sólo de soportar con paciencia las tribulaciones cotidianas, sino de llevar con fe y responsabilidad esta parte de cansancio y de sufrimiento que la lucha contra el mal conlleva (…) Así el compromiso de “tomar la cruz” se convierte en participación con Cristo en la salvación del mundo. La vida de los cristianos es siempre una lucha. La Biblia dice que la vida del creyente es una milicia: luchando contra el espíritu maligno, luchando contra el Mal".

“Hagamos de modo que la cruz colocada en la pared de casa o aquella pequeñita que llevamos en el cuello, sea signo de nuestro deseo de unirnos a Cristo en el servir con amor a los hermanos, especialmente a los más pequeños y frágiles”.

.“La cruz es signo santo del Amor de Dios y del Sacrificio de Jesús, y no debe ser reducida a objeto supersticioso o joya ornamental”, al contrario, continúa: “Cada vez que fijamos la mirada en la imagen de Cristo crucificado, pensamos que Él, como verdadero Siervo del Señor, ha cumplido su misión dando la vida, derramando su sangre para la remisión de los pecados”. De esto se desprende una consecuencia: “si queremos ser sus discípulos, estamos llamados a imitarlo, gastando sin reservas nuestra vida por amor de Dios y del prójimo”.

“La Virgen María- concluyó- unida a su Hijo hasta el calvario,  nos ayude a no retroceder frente a las pruebas y a los sufrimientos que el testimonio del Evangelio conlleva”

Después de la oración mariana, Francisco recordó que el 1° de septiembre se celebra la Jornada mundial de oración por el cuidado de lo creado y por todo el mes dedicado a la responsabilidad ecológica. Desde esta fecha, hasta el 4 de octubre-explicó- celebraremos con nuestros hremanos cristianos de varias Iglesias y tradiciones el “Jubileo de la Tierra”, para recordar la institución, hace 50 años, de la Jornada de la Tierra, Saludo a las diversas iniciativas promovidas en cada parte del mundo y entre éstas, el Concierto que se realizará hoy en la catedral de Port-Louis, capital de Mauricio, donde lamentablemente de verificó hace poco un desastre ambiental”.

El pontífice- agregó-  “Sigo con preocupación las tensiones en la zona del Mediterráneo oriental, que se ve socavada por varios focos de inestabilidad. En la raíz de la disputa se encuentran los hidrocarburos que abundan bajo tierra en un tramo de mar disputado entre Grecia y Turquía en el Mediterráneo oriental. En los últimos días se han registrado maniobras militares en la zona en las que también participaron Europa y los Estados Unidos. Turquía afirmó haber realizado ejercicios con un destructor de la Marina de los EE.UU. unas horas después de que Grecia lanzara maniobras militares con Francia y los aliados de la UE en las cercanías. Por favor, hago un llamamiento al diálogo constructivo y al respeto de la legalidad internacional para resolver los conflictos que amenazan la paz de los pueblos de esa región”.