El padre Paul Karam cuenta las dificultades relacionadas “con los duelos y los estragos” provocados por las explosiones del 4 de agosto. Las familias todavía están elaborando su duelo y necesitan apoyo psicológico. Desde las casas hasta las actividades comerciales, la prioridad es pensar en la reconstrucción. La cercanía del Papa Francisco. La campaña de AsiaNews de “Socorrer a una Beirut devastada”.
Beirut (AsiaNews) - La población libanesa “está saliendo de una fase de shock”, provocado por las explosiones que ocurrieron a principios de agosto en Beirut, para entrar en la siguiente fase de “crisis, relacionada con los duelos y los estragos” económicos y sociales. El padre Paul Karam, presidente de Cáritas Líbano, en diálogo con AsiaNews, describe en estos términos la situación del país de los cedros, un mes después de las dramáticas circunstancias que afectaron la capital provocando más de dos mil muertos y siete mil heridos, a los que se suman 300.000 desplazados.
En la audiencia general de hoy, el Papa Francisco anunció, para el 4 de septiembre, una jornada mundial de ayuno y oración por el Líbano, sumido en una profunda crisis política, económica y social agravada por la pandemia del nuevo coronavirus. La decisión no es casual y pone de manifiesto la continua atención del pontífice por el país y la grave crisis que atraviesa, destacando que “no se lo puede abandonar a la soledad”.
Las familias, cuenta el padre Karam, todavía están elaborando el duelo por las pérdidas sufridas como consecuencia de las explosiones. “El pensamiento está centrando en los seres queridos que ya no están, en la casa que se destruyó”, sigue diciendo, “con diferentes niveles de dolor y de problemáticas en cada caso: una familia que tiene la casa destruida pero no ha muerto ninguno, da gracias a Dios porque están todos vivos. Más alla de las pérdidas económicas y lo que ha quedado destruido”.
Al cabo de un mes, “las personas están tomando conciencia de la dramaticidad de la situación y del alcance real de la crisis: casas destruidas, actividades económicas paralizadas, escuelas cerradas”, relata el presidente de Cáritas Líbano. En este momento los operadores y voluntarios de la institución católica “están distribuyendo alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad y proporcionan apoyo psicológico a las familias de las víctimas. Ahora - sigue diciendo - el objetivo es reconstruir las casas, sobre todo para las personas más pobres. Hay por lo menos 3 mil, pero el número podría aumentar en el futuro.
En este momento se está tomando conciencia del desastre y de sus efectos en la vida de las personas. “Por eso - agrega - lo más importante es darle una casa a quien la ha perdido, garantizar un aporte para la recuperación de la actividad económica, del trabajo para quien lo ha perdido en un contexto de creciente pobreza”. El sacerdote quiere renovar el pedido de ayuda y de donaciones que se hizo cuando ocurrió la tragedia, porque “todavía hay muchísimas necesidades y la crisis que tenemos por delante es muy grave” ya que a la emergencia sanitaria se suman los problemas sociales, económicos, políticos e institucionales.
Si pueden - reitera - sigan ayudándonos, sobre todo para garantizar ayuda a los más pobres y a los nuevos pobres. Hay que apoyarlos para poner nuevamente en marcha las actividades y al mismo tiempo acompañar a las familias en el plano psicológico. Será un trabajo largo, la recuperación será lenta, sobre todo considerando que hay miles de heridos, cientos de personas mutiladas o que han sufrido daños físicos y psicológicos permanentes… ¡No los dejen solos!”.
Para ayudar a la población de Beirut y del Líbano, y sostener a Cáritas Líbano, AsiaNews ha decidido lanzar la campaña “Sostener a una Beirut devastada”. Aquellos que quieran contribuir pueden enviar donaciones a:
- Fondazione PIME - IBAN: IT78C0306909606100000169898 - Codice identificativo istituto (BIC): BCITITMM -
Causale: “AN04 – IN AIUTO A BEIRUT DEVASTATA”