La policía china se proponía interrogar a Bill Birtles y Michael Smith sobre el caso de Cheng Lei, la presentadora australiana arrestada el 14 de agosto. Canberra había aconsejado a los dos reporteros que abandonaran China. La tensión entre los dos países tras la fuga. Las presiones de Beijing contra periodistas provenientes de países hostiles.
Beijing (AsiaNews/Agencias) – Las autoridades de Canberra hicieron salir de China a dos periodistas australianos. Lo comunicó hoy la ministra australiana de Asuntos Exteriores Marise Payne.
Bill Birtles del ABC y Michael Smith del Australian Financial Review volaron anoche desde Shanghai; ambos se habían refugiado en las oficinas diplomáticas de su país después que la policía china irrumpió en sus domicilios el 3 de septiembre.
Las fuerzas de seguridad chinas se proponían interrogar a los dos reporteros sobre Cheng Lei, una conductora australiana que trabajaba para la televisión china del Estado CGTN y arrestada el 14 de agosto. La mujer se encuentra ahora “bajo vigilancia en una residencia designada”. Pocos días antes de la redada, el MInisterio de Exteriores australiano había aconsejado a Smith y Birtles que abandonaran China.
Según varios observadores, las presiones contra Smith y Birtles y el arresto de Cheng Lei son una represalia del gobierno chino contra Australia. Las relaciones entre los dos países se han deteriorado en los últimos tiempos. Canberra acusa a Beijing de espionaje, prácticas comerciales indebidas, violar las normas internacionales en el Mar de China meridional, reprimir la oposición en Hong Kong y mentir sobre la pandemia de coronavirus. En enero de 2019, Beijing ya había arrestado a Yang Hengjun, otro cronista australiano de origen chino acusado de espionaje.
Los periodistas extranjeros o que trabajan para medios de países con los que China tiene desacuerdos parecen ser el blanco del gobierno chino. Hace pocos días, una periodista de Los Angeles Times fue arrestada y posteriormente expulsada de Mongolia Interior mientras cubría las protestas que sacuden la región norte de China. En marzo, Beijing expulsó a los corresponsales de tres importantes periódicos estadounidenses en respuesta a la decisión de la administración Trump de considerar algunos medios chinos que operan en Estados Unidos como “misiones extranjeras”, al mismo nivel que las diplomáticas.