Lograron controlar el incendio. Se abre otra investigación
de Pierre Balanian

Según la versión oficial, el incendio fue provocado por operarios que estaban soldando el techo de un depósito. Es la misma versión que se usó para justificar las explosiones del 4 de agosto. Las dudas de la población y de Walid Joumblatt. Ayer, la gente entró en estado de shock y en crisis de llanto, y huyó de la ciudad. Los bomberos libaneses y palestinos, los héroes de la jornada. 


Beirut (AsiaNews)- El incendio que estalló ayer en el puerto, a 37 días de las desastrosas explosiones del 4 de agosto, no causó víctimas, con la salvedad de una persona que tuvo que ser asistida de urgencia por dificultades respiratorias. El humo cubrió todo el cielo de la capital, y el aire se volvió irrespirable. Enseguida aconsejaron sellar las ventanas para evitar el ingreso de aire venenoso, que provoca cáncer y problemas pulmonares. “Cierren las ventanas y colóquense mascarillas, incluso estando en casa” fue el consejo de los expertos, que circuló en la televisión y en las redes sociales. Sin embargo, el calor agobiante de estos días no permite tener las ventas cerradas. Un calor que no se sentía desde hace décadas en esta parte de Asia, y que provoca incendios forestales en el Líbano, en Israel y Siria. Además, al no haber electricidad, es imposible utilizar el aire acondicionado o los ventiladores. 

Al parecer, el incendio se desató por accidente, cuando unos operarios estaban soldando el techo de un depósito. Lo curioso es que es la misma versión oficial utilizada para explicar la causa de las explosiones de hace un mes. El hangar donde se originó el incendio es utilizado por una sociedad, BBC Logistics, para el depósito de mercaderías que pertenecen a la Cruz Roja y UNIFIL, las Fuerzas de paz de la ONU. Según la Cruz Roja, en el lugar solo había artículos alimentarios. Sin embargo, una foto del depósito tomada antes del incendio (foto 3), difundida en las redes sociales, muestra el lugar poblado de cajas de cartón por el suelo, ubicadas cerca de unas estanterías llenas de neumáticos. Los operarios del puerto dicen que también había productos cosméticos. El director de la Cruz Roja libanesa, George Kettane, tranquilizó a la población diciendo que el aceite quemado por las “chispas del soldador” era aceite comestible para freír. 

La versión oficial no aporta tranquilidad y es poco convincente: dos dramas en poco más de un mes, provocados por “soldadores incompetentes” y por la “negligencia” de las autoridades… Esta vez, en las redes sociales se acusa directamente el ejército, que en virtud del estado de emergencia protege el puerto hace más de un mes. “¡El ejército no fue capaz de proteger dos kilómetros cuadrados!”, se lee en las redes. 

El líder de los drusos libaneses y secretario general del Partido Socialista, Walid Jumblatt, en un tuit dio a entender que para él se trató de un incendio doloso, cuyo objetivo fue destruir las pruebas [que adjudicarían] la responsabilidad [de los hechos].  “Tienen miedo de una investigación (que lleva adelante un juez) valiente, que trabaja a conciencia, honesto y vivaz. Y en esta administración hay tantos criminales, que generaron un incendio para eliminar las pruebas”. 

Es de la misma opinión Maya Diab, una cantante libanesa que enseguida se puso manos a la obra para dar un concierto de caridad, en pocos días más, cuando se cumplan cuarenta días de las explosiones. El presidente Michel Aoun también dejó abiertas las puertas a todas las hipótesis.

La versión oficial trata de buscar atenuantes y justificaciones: luego de las explosiones, en el puerto reina el caos; los responsables que estaban al tanto de los elementos que se conservaban en los depósitos están fuera de la ciudad o están siendo investigados. 

En la tarde de ayer se reunió el Consejo Supremo de Defensa, presidido por Aoun; se decidió instituir una enésima “Comisión que organice y supervise las obras en el puerto, para evitar accidentes de este tipo”. 

La información que se filtró a la prensa revela la existencia de material inflamable en el puerto, incluyendo ácidos, combustible, ácido fosfórico, baterías y otros elementos peligrosos. El Consejo Supremo de Defensa ha decidido contactar a los propietarios de estas mercaderías para hallar una solución. 

Por segunda vez, y por fortuna, la parte oriental del puerto - donde se desarrolla el 70% de las importaciones y exportaciones - quedó ilesa. Ayer, la gente revivió el terror; las personas, en estado de shock, lloraban, temblaban de miedo, huían de la ciudad: demasiadas coincidencias, demasiadas catástrofes; la vida y la esperanza son imposibles. Hasta los trabajadores del puerto huyeron del lugar. Los únicos héroes de la jornada fueron los bomberos y los agentes de defensa civil. Y una vez más, los libaneses fueron ayudados por sus colegas de los campos de refugiados palestinos.