En el primer debate para las elecciones presidenciales, el presidente estadounidense volvió a culpar a Beijing por la emergencia del Covid-19. Joe Biden, desafiante demócrata: Cuando comenzó la crisis sanitaria, Trump elogió el "buen trabajo" de Xi Jinping. La condena de las políticas chinas es transversal en el debate público estadounidense.
Cleveland (AsiaNews / Agencias) - "Habíamos construido la economía más grande de la historia, después llegó la 'epidemia china' y tuvimos que detener la producción". El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó el escenario del primer debate electoral con el aspirante demócrata Joe Biden para lanzar otro ataque contra China, acusada de mentir sobre la pandemia de coronavirus.
China ha sido el blanco del inquilino de la Casa Blanca desde la campaña presidencial de 2016. Para Trump, la industria manufacturera de Estados Unidos entró en crisis debido a las prácticas comerciales desleales de Beijing. El régimen chino entrega subsidios a las empresas exportadoras en su propio país, eliminando la competencia de las estadounidenses. La guerra comercial que desató el presidente estadounidense condujo a la firma de un preacuerdo comercial en enero, pero todavía no se ha vuelto a equilibrar la balanza comercial entre las dos potencias.
Biden replicó que Trump no actuó a tiempo para contrarrestar la emergencia de Covid-19. Recordó que, cuando empezó la crisis pandémica, el presidente había elogiado el "buen trabajo" y la "transparencia" de la contraparte china para contener la propagación de la enfermedad pulmonar. Para Trump, el candidato demócrata no es creíble cuando se aborda el tema del desafío chino: afirma que Biden está en manos de Beijing debido a la relación de su hijo Hunter con un fondo de inversión de Shanghai.
La condena de las políticas chinas se ha convertido en un tema transversal en el debate público estadounidense. Republicanos y demócratas en el Congreso han aprobado (o están redactando) una serie de medidas "anti-China". Se refieren a problemas como la protección de los derechos humanos en el Tíbet y Xinjiang, la salvaguardia de las libertades en Hong Kong, la protección de Taiwán, la expansión de Beijing en el Mar de China Meridional y la seguridad tecnológica.