“Este es un momento para reflexionar. La pandemia es un momento para comprender cada vez más nuestras responsabilidades - personales, para con la sociedad, como nación. Es una llamada de atención, tenemos que cuidar a todos. No hay límites, fronteras ni muros para nuestro corazón, para nuestras emociones, en este pasaje del Evangelio. Ése es el ejemplo que nos da Jesús”.
Mumbai (AsiaNews) - "La parábola del buen samaritano ha impresionado tan fuerte al mundo que todos sabemos lo que significa: significa ir a ayudar a otros, ir a ayudar a alguien", dijo el cardenal Gracias en la homilía de la misa on line de este domingo 5 de octubre, reflexionando sobre la parábola evangélica sin hacer referencia a Hermanos Todos..
Esta parábola, dijo, “impresionó mucho al mundo. Los gobiernos han utilizado la expresión “ley samaritana”, para referirse a que uno está obligado a ayudar a alguien que está en dificultades, y que puede ser castigado por no hacerlo”. Samaritano "es una palabra contundente, un título que se le dá a una persona que va a ayudar a otra que lo necesita.
“El Papa Francisco está insistiendo para que todos seamos buenos samaritanos, exhortándonos a ser personas que ayudan a los que están en dificultades. Insiste en que ayudemos a las personas necesitadas, a los migrantes, a los refugiados ... Insiste continuamente en que la Iglesia debe ir a las periferias. Cada uno de nosotros está llamado a ser samaritano, una persona que sale para ayudar a los que están agobiados por las dificultades. Muchas veces me he referido a la comunidad dalit, y hoy hablo de nuevo de la comunidad dalit. Nuestros corazones se estremecen de dolor y angustia cuando los maltratan. Nuestros corazones sufren cuando nuestras mujeres son oprimidas. Podemos seguir ampliando cada vez más esta parábola. Podemos extenderla no sólo a las personas, sino también a las instituciones, a los países que están devastados. Refiriéndose a la pandemia, el Papa Francisco dijo que el mundo debe comprender la Solidaridad, y que debemos convertirnos en una sola cosa, que somos una sola familia, hermanos y hermanas. Las naciones también pueden ser viajeros heridos que necesitan ayuda… que se encuentran en dificultades".
“Este es un momento para reflexionar. La pandemia es un momento para comprender cada vez más nuestras responsabilidades - personales, para con la sociedad, como nación. Es una llamada de atención, tenemos que cuidar a todos. No hay límites, fronteras ni muros para nuestro corazón, para nuestras emociones, en este pasaje del Evangelio. Ése es el ejemplo que nos da Jesús”.