El encuentro, exaltado como un “diálogo con todos” los opositores. Svetlana Tikhanovskaja, la ganadora moral de las elecciones: “si realmente se desea el diálogo, lo primero que hay que hacer es liberarlos”. Decenas de miles de personas en la Marcha del orgullo. Arrestaron a 250 participantes, y entre ellos, a 30 periodistas.
Minsk (AsiaNews) - Luego de más de dos meses de protestas contra el resultado alterado de las elecciones presidenciales y después de numerosos hechos de violencia, el 10 de octubre, por primera vez, el presidente bielorrruso Aleksandr Lukašenko visitó el centro de detención y aislamiento de la KGB en Minsk y se encontró con sus adversarios. Primero se reunió con uno de los candidatos a la presidencia, Viktor Babariko, quien fue expulsado y llevado a la cárcel incluso antes de las elecciones del 9 de agosto pasado (foto 3). La noticia la difundió el canal de Telegram Pur pergovo, sin brindar detalles sobre el contenido del diálogo.
En el encuentro también estuvieron presentes el hijo de Bavaria, Eduard, detenido junto a su padre el 18 de junio pasado, y Lilja Vlasova, miembro del Comité de coordinación de la oposición, el empresario Jurij Voskresenskij y el politólogo Vitalij Shkljarov, todos encarcelados antes de los comicios (foto 4). El único comentario oficial fue que “el presidente espera escuchar la opinión de todos”. Sin embargo, para muchos, semejante comentario suena grotesco. Por mucho tiempo, Lukashenko ha negado todos los derechos a los opositores, y ahora habla con ellos en una celda de aislamiento, en una cárcel donde también se encuentra detenida la dirigente del equipo de Babariko, María Kolesnikova, acusada de subversión contra el Estado y arrestada a principios de septiembre.
Y, de hecho, la principal candidata y ganadora moral de las elecciones, Svetlana Tikhanovskaja, comentó que “el diálogo no se desarrolla en las celdas de las prisiones”. Obligada a exiliarse en Lituania, Tikhanovskaja publicó el contenido de un solo coloquio con su marido, el bloguero Sergej Tikhanovskij, quien se encuentra detenido en Minsk desde el mes de julio, para indicar la profunda unidad que existe entre los representantes de la oposición, estén en el exilio o en las cárceles del país. “Con este encuentro, Lukašenko reconoce la existencia de prisioneros políticos, cuando hasta ayer, él se refería a ellos como simples criminales; si realmente se desea el diálogo, lo primero que hay que hacer es liberarlos”, dijo Tikhanovskaja.
El mismo día comenzó en Minsk la Marcha del Orgullo (foto 1). La organización estuvo a cargo de varios blogueros bielorrusos y de exponentes del grupo de oposición Charta 97, nacido en los últimos meses de protesta imitando la famosa Charta 77 de los disidentes de la Checoslovaquia comunista. La manifestación se inauguro el sábado 10 de octubre con el “Desfile masivo de las mujeres con flores, contra las represiones políticas”, que convocó a cientos de mujeres, un distintivo de las protestas bielorrusas de los últimos meses (foto 2). La jornada de ayer culminó con más de 250 participantes, y entre ellos, 30 periodistas, detenidos por la policía. Pese a que las medidas de represión se incrementan y difunden por todas partes, las manifestaciones siguen convocando a decenas de miles de personas.