Organizaciones humanitarias habían pedido que fuera excluida. Chinos acusados de reprimir a minorías étnicas y activistas en favor de la democracia. Se impuso en la competencia con Arabia Saudita. Ahora el organismo de las Naciones Unidas está compuesto en un 60% por países que no respetan los estándares mínimos de una democracia.
Ginebra (AsiaNews / Agencias) - China tendrá una banca en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ayer se llevó a cabo la elección de las 15 vacantes; para la región de Asia-Pacífico, Beijing se impuso en la competencia con Arabia Saudita, acusada por el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi.
Varias organizaciones humanitarias habían pedido a los Estados miembros que impidieran la entrada de China en el Consejo. Según un informe reciente de Chinese Human Rights Defenders, las autoridades chinas no ponen en práctica las recomendaciones de la ONU sobre el respeto de los derechos humanos. Para los activistas y gran parte de la comunidad internacional, el régimen chino es culpable de reprimir a los uigures de Xinjiang y otras minorías musulmanas, a los tibetanos, a la población de Hong Kong, a los médicos comprometidos en la lucha contra el coronavirus, a los abogados, periodistas y otras personalidades que piden más democracia.
De todos los estados elegidos en esta ronda, China es el que menos votos obtuvo (139; en 2016 había obtenido 180). Los observadores señalan que el Consejo está compuesto en un 60% por países que no respetan los estándares mínimos de una democracia libre. Junto con Beijing, las organizaciones de derechos humanos cuestionan la entrada de Rusia, Cuba, Pakistán y Uzbekistán. Por esa razón, y por el hecho de que el organismo de la ONU a menudo se ha puesto en contra de las posiciones del gobierno israelí, la administración Trump lo abandonó en 2018.