Efecto pandemia: millones de nuevos pobres en el sudeste asiático

Afecta sobre todo a la clase media de la región. Solo el subcontinente indio tendrá un mayor número de nuevos pobres este año. Se derrumban el PIB y el consumo; se perdieron 48 millones de puestos de trabajo en el segundo trimestre. En 2022, el PIB regional seguirá estando dos puntos porcentuales por debajo del nivel anterior al Covid. Excluyendo a Singapur,  resultan insuficientes las intervenciones de ayuda a los pobres.

 


Manila (AsiaNews) - Debido a la pandemia de Covid-19, millones de personas en el sudeste asiático corren el riesgo de acabar en la pobreza. Lo afirmó hoy el Banco Asiático de Desarrollo (Adb) en Bloomberg. Antes de que estallara la emergencia de coronavirus, la región registraba altas tasas de crecimiento, con una importante ampliación de la clase media: debido a la crisis sanitaria global, tendrá el mayor número de nuevos pobres este año después del subcontinente indio.

Los confinamientos han puesto de rodillas a las economías del sudeste asiático: el consumo cayó drásticamente, muchas empresas han cerrado y el desempleo va en aumento. En el segundo trimestre del año, en comparación con el mismo período de 2019, el producto interno bruto se redujo un 5,3% en Indonesia, 17,1 en Malasia, 16,5 en Filipinas, 13,3 en Singapur y 12,2 en Tailandia. Vietnam, que parece haber contenido la pandemia de manera más efectiva, tendrá un crecimiento del PIB cercano a cero a fines de este año. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre abril y junio los países del sudeste asiático perdieron 48 millones de empleos a tiempo completo.

El consumo representa el 60% del PIB de las principales economías del sudeste asiático (aparte de Singapur): por esa razón, se considera que la recuperación será larga y difícil. El ADB calcula que en 2022 el PIB regional seguirá estando dos puntos porcentuales por debajo del nivel base anterior al Covid. El año pasado, los analistas predijeron un crecimiento sostenido para los próximos tres años, con 50 millones de consumidores más en la clase media y un aumento de 300.000 millones de dólares en la renta disponible.

Excluyendo a Singapur, las intervenciones de ayuda a los pobres y desempleados en el sudeste asiático son insuficientes: la OIT informa que, en promedio, los países de la región gastan sólo el 2,7% del PIB en redes de seguridad social, muy por debajo del 10.8 a nivel mundial.