Moldavia se prepara para la revoluciĆ³n, al igual que Bielorrusia
de Vladimir Rozanskij

Mañana, 1° de noviembre, habrá elecciones. El presidente Dodon, apoyado por Putin, se pone en guardia contra las "protestas" de la oposición. Maia Sandu y Andrej Nastase lo acusan de estar organizando un fraude electoral. Los resultados finales se anunciarán el 2 o el 16 de noviembre, en caso de una segunda vuelta. Situado en la frontera entre Oriente y Occidente, el país se divide entre una línea pro-Rusia y pro-Europa.


Moscú (AsiaNews) - Mañana, 1° de noviembre, Moldavia se dispone a celebrar las elecciones en un escenario similar al de Bielorrusia. El actual presidente moldavo y pro-ruso, Igor Dodon, de 45 años (foto 1), podría ser derrocado por el resultado de los comicios, pero bajo ninguna circunstancia parece dispuesto a renunciar al poder. Dos días antes de las elecciones, Dodon dijo que temía la desestabilización del país tras la votación, y advirtió a la candidata del partido opositor "Acción y Solidaridad" (PAS), Maja Sandu, de 48 años (foto 2) - ex primera ministra durante unos meses en 2019 - que sus protestas de estos días serán utilizadas por grupos de jóvenes extremistas (los llamados gopniks) para ocupar los palacios del poder. A su vez, el líder del partido liberal-populista Platforma DA, "Dignidad y Justicia", Andrej Nastase de 45 años (foto 3), invitó a los "jóvenes y fuertes" a prepararse para defender "el voto popular" en las urnas.

El partido socialista de Dodon se siente amenazado por los partidos favorables a Europa, que tienen la intención de organizar protestas luego de la publicación de los resultados electorales. La oposición acusa al presidente de estar organizando un vasto sistema de fraude electoral. Por su parte, el presidente afirma que está al tanto de los planes para asaltar el palacio presidencial de Chisináu en los próximos días. El ataque se estaría organizando bajo la pantalla del llamamiento de Maja Sandu a las "protestas pacíficas", similares a las marchas de las mujeres en Minsk.

Los resultados finales de los comicios se anunciarán el 2 o el 16 de noviembre, en caso de que haya una segunda vuelta. A pesar de que son ocho los candidatos que se presentan para la presidencia, Dodon se dirigió directamente a Sandu, por considerarla su verdadera oponente. Juntos representan las dos principales opciones de la política moldava: el actual presidente está a favor de una mayor integración "euroasiática" con la Federación Rusa, y Sandu propone la integración de Moldavia a la Unión Europea, aunque también promete llegar a un acuerdo con Rusia. Las dos personalidades también reflejan el factor étnico: Dodon es de familia rusa; Sandu representa a la población de etnia rumana, aunque ha asegurado que quiere ser la presidente de todos los moldavos. Cabe destacar que muchos recuerdan una escabrosa decisión de Sandu durante los meses de su presidencia en el gobierno, cuando abolió la enseñanza del idioma ruso en las escuelas.

"Ha llegado el momento de la gente decente", dijo Maja Sandu, "juntos pondremos a Moldavia en el camino correcto". El actual gobierno presidido por Iona Kuku ha prometido reducir las tarifas del gas, que se importa de Rusia, para mantener al electorado alejado de las presiones pro-europeas. El gas es muy caro en el país, tanto que muchos ciudadanos se ven obligados a calentar sus casas con leña, y durante años se han hecho acusaciones de corrupción contra los funcionarios del Estado que controlan los negocios con Rusia. En la reciente reunión de los economistas del club valdés, el presidente ruso Vladimir Putin apoyó expresamente a Dodon, deseándole la reelección.

Moldavia, un país ubicado en el límite entre Oriente y Occidente - como Ucrania y Bielorrusia - tiene una población de 3,5 millones de personas, y tradicionalmente ha estado dividido entre una mitad favorable a Rusia y otra pro-rumana. Junto al país coexiste un territorio "neutral", que en el pasado devino escenario de enfrentamientos entre rusos y moldavos: en Transnistria (Pridnestrovia), hoy sustancialmente pro-ruso, muchos cuentan con pasaportes moldavos. Se teme que sus habitantes sean "transportados" a Moldavia desde la ciudad de Tiraspol para participar en las elecciones, en las sedes electorales fronterizas, junto al río Dniéster. Para detenerlos, los miembros de la oposición, y en particular los del partido DA, están organizando patrullas en las orillas del río, con las que apuntar a frenar "los convoys organizados por los generales de la KGB", como expresó Andrej Nastase.