La inmensa mayoría de los taiwaneses se opone a Beijing

Según una encuesta, el 86,4% de los entrevistados cree que solo los habitantes de la isla tienen derecho a decidir el futuro del país. Se rechaza el "principio de una sola China" y la fórmula "un país, dos sistemas" que pretende el régimen chino. Irritación por las amenazas militares de la "madre patria" y apoyo a la cooperación militar con Estados Unidos.

 


Taipei (AsiaNews / Agencias) - La inmensa mayoría de los taiwaneses se opone a las pretensiones chinas de reunificar la isla y la "madre patria". Este es el resultado de una encuesta que publicó ayer la Oficina de Relaciones de Taiwán con Beijing.

Según el estudio, que se llevó a cabo sobre una muestra de más de mil personas, el 86,4% de los encuestados cree que solo los 23 millones de taiwaneses tienen derecho a decidir el futuro del país y la dirección de las relaciones con la China comunista.

En su gran mayoría, los habitantes de Taiwán no aceptan las fórmulas que pretende imponer Beijing: el 74,4% se opone al "principio de una sola China", según el cual el régimen chino rechaza la eventual independencia formal de la isla, y el 75,9% no acepta el modelo de "un país, dos sistemas", que según los críticos el gigante asiático no está respetando en Hong Kong.

Más del 90% de los encuestados también manifiesta irritación por las amenazas militares de Beijing, mientras el 74% define al gobierno chino como "hostil". El 79% apoya el punto de vista de la presidenta Tsai Ing-wen según el cual mantener la paz en el Estrecho de Taiwán no es responsabilidad exclusiva de la isla.

La encuesta muestra apoyo a las relaciones sólidas con Estados Unidos. El 73,4% de los taiwaneses contactados está a favor de la cooperación militar con Washington. De manera más general, el 68% aprueba la legislación recientemente promulgada por el gobierno para defender el sistema democrático del país.

Taiwán es independiente de China desde 1949. En aquel momento los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron en la isla después de perder la guerra civil en el continente contra los comunistas, lo que la convirtió en la heredera de la República de China fundada en 1912. Para Beijing, la isla es una provincia rebelde que debe reconquistar incluso por la fuerza si es necesario.