Beijing critica al Papa Francisco por sus comentarios sobre los uigures

En su nuevo libro, que saldrá a la venta el 1 de diciembre, el pontífice habla de los sufrimientos que padece la minoría musulmana en Xinjiang. Para los chinos, el comentario del Santo Padre "no tiene ningún fundamento fáctico". El drama de los campos de internamiento. Analistas: El Papa es cauteloso sobre el tema para no arruinar el acuerdo sobre el nombramiento de obispos.

 


Beijing (AsiaNews) - El gobierno chino ha criticado al Papa Francisco por sus comentarios sobre el sufrimiento de los uigures en Xinjiang. Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo hoy que las observaciones del pontífice "no tienen fundamento fáctico". Insistió además en que "todos los grupos étnicos del país gozan del pleno derecho a la supervivencia, el desarrollo y a la libertad religiosa".

Las afirmaciones que critican Beijing se encuentran en el último libro de Francisco ("Volvamos a soñar"), que saldrá a la venta el 1 de diciembre. Junto con los uigures, el Santo Padre cita las persecuciones contra los musulmanes rohingya en Myanmar, los yazidíes en Irak y los cristianos en Egipto y Pakistán.

Según datos de expertos, confirmados por las Naciones Unidas, más de un millón de uigures (de una población de casi 10 millones) y otras minorías islámicas de habla turca se encuentran detenidas de manera arbitraria en Xinjiang, al que la población local llama "Turkestán Oriental". Los activistas de derechos humanos y muchos gobiernos, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, describen los centros de detención como verdaderos campos de internamiento. Después de negar su existencia durante años, ahora Beijing los define como institutos educativos para combatir el terrorismo, el separatismo y el extremismo islámico.

Es la primera vez que el pontífice se pronuncia sobre la represión de una minoría religiosa en China. Según varios observadores, su cautela se explica por el propósito de llegar a un entendimiento para la renovación del acuerdo sino-vaticano sobre el nombramiento de obispos chinos, que tuvo lugar el mes pasado.