Beijing confirma el arresto de una periodista china de Bloomberg

Se la acusa de amenazar la seguridad nacional. La UE pide la liberación de todos los periodistas encarcelados en China. Autoridades chinas: es un asunto interno. Los medios de comunicación, bajo la mira de las autoridades chinas y de Hong Kong.


Beijing (AsiaNews/Agencias) – La embajada china ante la Unión Europea confirmó ayer que la periodista de Bloomberg Haze Fan ha sido arrestada. Se la acusa de llevar a cabo "actividades criminales" que amenazan la seguridad nacional del país. Los diplomáticos chinos intervinieron después de que la UE emitiera un comunicado el 12 de diciembre pidiendo la liberación de todos los reporteros encarcelados en China. Las autoridades del gigante asiático respondieron que la cuestión es un asunto interno y que otros Estados y organizaciones no tienen ningún derecho a interferir.

Haze trabaja en Bloomberg desde 2017. Los directivos de la agencia estadounidense solicitaron al gobierno chino aclaraciones sobre los motivos del arresto. La reportera cubre el área de asuntos económicos y se dedica fundamentalmente a la investigación y a la traducción de material para sus colegas estadounidenses

En el último año, varios periodistas terminaron bajo la mira del régimen chino. En marzo, Beijing expulsó a los corresponsales de tres importantes periódicos estadounidenses, en respuesta a la decisión de la administración Trump de considerar a algunos medios de comunicación chinos que operan en los Estados Unidos como "misiones extranjeras" y colocarlos a la par de las misiones diplomáticas.

Cheng Lei, una presentadora australiana que trabaja para la TV estatal china CGTN, fue detenida el 14 de agosto. Desde entonces, la mujer se encuentra "custodiada en un lugar de residencia designado a tal fin". En septiembre, dos periodistas australianos - Bill Birtles, de ABC y Michael Smith, de Australian Financial Review - huyeron de China. Ambos se habían refugiado en las sedes diplomáticas de su país luego de que la policía china allanara sus domicilios el 3 de septiembre. Por esos mismos días, una periodista de Los Angeles Times fue arrestada y luego expulsada de Mongolia Interior mientras cubría las protestas que sacudían el norte de China.

Desde el mes de mayo, la periodista independiente Zhang Zhan se encuentra detenida en la prisión de Pudong, en Shanghái. Podría ser condenada a cinco años de prisión, por haber informado sobre la emergencia del Covid-19 en Wuhan (Hubei), el epicentro de la pandemia. Su abogado reveló la semana pasada que la bloguera fue sometida a torturas en la cárcel, y que su estado de salud se ha deteriorado.

Otros tres reporteros desaparecieron en la capital de Hubei en el mes de febrero. Li Zehua, que había informado que los crematorios de la ciudad funcionaban 19 horas al día, reapareció el 22 de abril tras un período de detención. Chen Qiushi se encuentra bajo la "supervisión" de las autoridades. Todavía no hay noticias de Fang Bin.

En Hong Kong, el magnate del mundo editorial - y activista pro democracia - Jimmy Lai podría ser condenado a cadena perpetua, en virtud de la nueva ley de seguridad, impulsada por Beijing. En noviembre fue arrestado Wan Yiu-sing (más conocido como "Giggs"), un periodista de una emisora de radio en línea; anteriormente, la policía había detenido a una productora de la cadena RTHK. Bao Choy había investigado los "disturbios" de Yuen Long que tuvieron lugar el año pasado, en el momento más álgido de las manifestaciones contra la ley de extradición.