Quetta, funeral de Mons. Victor Gnanapragasam, misionero Omi
de Shafique Khokhar

Nacido en Sri Lanka, vivió casi 50 años en Pakistán. Con él, la prefectura apostólica de Quetta pasó a ser vicariato apostólico y estaba por convertirse en diócesis. Amado por todos, apoyó a la población con obras educativas y de caridad.

 


Quetta (AsiaNews) Se celebró el funeral de Mons. Victor Gnanapragasam, vicario apostólico de Quetta, fallecido el 12 de diciembre a la edad de 80 años. La causa de la muerte fue aparentemente un infarto. Mons.Gnanapragasam era misionero Omi (Oblatos de María Inmaculada). Nacido en Sri Lanka, pasó casi 50 años de su vida en Pakistán.

La ceremonia fúnebre estuvo presidida por el cardenal Joseph Coutts, y asistieron Mons. Joseph Arshad, arzobispo de Rawalpindi y presidente de la Conferencia Episcopal, junto con todos los obispos de Pakistán. El cuerpo fue enterrado en el jardín de la catedral, dedicada a Nuestra Señora del Rosario.

En su homilía, Mons. Arshad recordó que monseñor Víctor dedicó toda su vida a la Iglesia y al pueblo. “Como discípulo de Jesús, el Buen Pastor, él peleó el buen combate, y como sacerdote y obispo en Pakistán conquistó muchos corazones y confirmó la fe del pueblo. Tenía una visión misionera y siempre apoyó a su pueblo en todo, haciendo que su vida fuera un ejemplo”.

Nacido en 1940 en Jaffna (Sri Lanka), en una familia de origen tamil, Mons. Víctor ingresó a la congregación misionera de los Oblatos de María Inmaculada y fue ordenado sacerdote en 1966. En 1973 llegó a Pakistán, donde trabajó en Faisalabad y Multan, y por último en Baluchistán, Quetta.

En 2001 fue nombrado prefecto apostólico de Quetta; en 2010, el Papa Benedicto XVI elevó la prefectura a vicariato y nombró al entonces padre Víctor como vicario apostólico y obispo titular de Timida.

Hace cinco años, cuando debía presentar su renuncia, el Papa Francisco le pidió que continuara, lo que hizo hasta su muerte ocurrida hace dos días. El arzobispo Gnanapragas aportó importantes obras de caridad y en el campo de la educación para las comunidades cristianas. En los últimos tiempos estaba trabajando para transformar el vicariato apostólico en diócesis.  La región de Baluchistán está marcada por una profunda pobreza económica y también se encuentra sacudida por tensiones políticas y militares en las zonas limítrofes con Afganistán e Irán.

En 2017, algunos grupos terroristas atacaron una iglesia protestante. El ejército pakistaní ordenó cerrar todas las iglesias por razones de seguridad. El obispo Víctor se mantuvo firme en la decisión de mantener abiertas las iglesias, sosteniendo que el Estado debía garantizar la seguridad.