Bagdad declara el día de Navidad como festivo nacional. Card. Sako: ‘Alegría y satisfacción’

Ayer, el parlamento iraquí aprobó un proyecto de ley que consagra el nacimiento de Jesús como un "día festivo para todos", que se celebrará "todo los años". En el mes de octubre se había presentado una solicitud "oficial" durante un encuentro con el Presidente Salih. Mons. Yaldo: "Este es uno de los primeros frutos de la visita del Papa a Irak".

 


Bagdad (AsiaNews) - La noticia es fuente de "alegría y satisfacción" y confirma cuán importante es "la presencia cristiana" para todo el país. Son las palabras del Patriarca caldeo, el cardenal Louis Raphael Sako, al comentar la votación que tuvo lugar ayer en la Cámara de Diputados y que sancionó la Navidad como "fiesta nacional de carácter anual" para todos los ciudadanos. El Parlamento", explicó el cardenal, "votó sobre mi petición de considerar la Navidad como una fiesta para todos los iraquíes". Y la moción "fue aprobada, para nuestra enorme satisfacción". 

Al ser entrevistado por AsiaNews, Mons. Basil Yaldo, auxiliar de Bagdad y coordinador general de la Iglesia iraquí para la visita del Papa Francisco en Irak, habla de "una votación histórica, porque realmente hoy la Navidad es la fiesta de todos los iraquíes". Y esto está sucediendo por primera vez". Antes, "el gobierno concedía un día festivo a los cristianos, pero ahora se aplica a todo el mundo y también será así en los años venideros. Ya no es una medida temporal que se renueva cada año. Este es un mensaje de gran valor y gran esperanza para los cristianos y para todo Irak y sin duda está ligado al viaje apostólico del Papa a nuestro país en marzo. Este es uno de los primeros frutos, y esperamos que haya muchos más en el futuro". 

El 17 de octubre pasado, el Primado caldeo se reunió con el Presidente de la República Barham Salih. En aquella ocasión el card. Sako comentó la situación de los cristianos y entregó al jefe de Estado la "petición oficial" de proclamar el nacimiento de Jesús como "festivo para todos". La luz verde de ayer es un reconocimiento más para una comunidad que en las últimas décadas ha sido víctima de graves actos de violencia confesional y de ataques selectivos que han desencadenado un éxodo masivo. Una huída ha reducido a un tercio la población originaria, en comparación con los primeros años del 2000. 

"Su Beatitud y Eminencia", dice un comunicado del patriarcado, "agradece al Presidente de la República Iraquí, Barham Salih, por adoptar la petición [...] de hacer de la Navidad (25 de diciembre) un día festivo nacional a celebrarse todos los años. También agradece a Muhammad al-Halbousi y a los parlamentarios por su voto favorable por el bien de los ciudadanos cristianos".

En 2018, el gobierno había aprobado una enmienda a la Ley de Fiestas Nacionales, elevando temporalmente la Navidad a la categoría de celebración pública para todos los ciudadanos. La medida votada ayer debería asegurar un mayor valor y estabilidad al festivo, para una nación que vive por anticipado la histórica visita del Papa Francisco a principios de marzo. Tal como señala el primado caldeo, se trata de un acontecimiento que es "fuente de emoción y una enorme gracia" y podría marcar nuevos pasos en el diálogo con el Islam. En particular con el mundo musulmán chiíta, al incluir en el viaje "una parada en Najaf, donde tendrá lugar un encuentro con [el gran Ayatolá] al-Sistani".