Trabajo forzado y Joe Biden: los parlamentarios de la UE se oponen al acuerdo con Beijing

Exigen que se respeten las normas internacionales contra el trabajo forzado. Una resolución del Parlamento Europeo condena el accionar de China en Xinjiang, donde se encierra a la población musulmana en campos de concentración y se la obliga a trabajar en los campos de algodón. La firma del acuerdo podría perjudicar las futuras relaciones con el nuevo presidente de los EE.UU.


Bruselas (AsiaNews/Agencias) - Los miembros del Parlamento europeo amenazan con bloquear el proceso de aprobación del acuerdo de inversiones con China. Exigen que China se comprometa a firmar los convenios de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), especialmente el que se opone al trabajo forzado.

Todos los acuerdos comerciales firmados por la UE contienen tales cláusulas. Cabe citar por ejemplo, el acuerdo con Vietnam, que entró en vigor en este verano. El 17 de diciembre, el poder legislativo de la UE aprobó una resolución que condena las políticas del gobierno chino en Xinjiang, donde, según varias fuentes, la población musulmana de origen uigur y kazajo es objeto de una grave discriminación, y se la obliga a trabajar en los campos de algodón gestionados por organizaciones gubernamentales.

Además de las normas contra el trabajo forzado, las disposiciones de la OIT incluyen el derecho a formar sindicatos y la prohibición de la explotación infantil. Los parlamentarios de la UE exigen el pleno cumplimiento de estas reglas e instan a la Comisión Europea a  sancionar a los dirigentes del Partido Comunista Chino (PCC) en Xinjiang a través del nuevo mecanismo de protección de los derechos humanos.

Chen Quanguo lidera el PCC en Xinjiang. Varios líderes europeos acusan al funcionario de establecer un sistema de campos de internamiento para mantener a la población uigur y kazaja bajo control. Según los datos de los expertos, confirmados por las Naciones Unidas, más de un millón de uigures y otras minorías de lengua turca y credo islámico están detenidos arbitrariamente en Xinjiang, el "Turquestán Oriental" como lo denomina la población local. Chen ya había implementado sistemas de control social intrusivo a través de experimentos con la población del Tíbet - donde fue secretario del Partido de 2011 a 2016. 

La Unión Europea y China han estado negociando un importante acuerdo de inversiones desde 2013 y se han comprometido a cerrarlo antes de fin de año. Los europeos quieren un trato igualitario para sus empresas, que deben lidiar con severas restricciones para operar en el mercado chino. Los informes de prensa hablan de una apertura de Beijing en sectores estratégicos como las telecomunicaciones, los servicios financieros y los vehículos alimentados con energía eléctrica, lo que habría acelerado las negociaciones.

Los líderes y observadores europeos piden una revisión del caso por parte de la cúpula de la UE. Según ellos, firmar el pacto en los términos dados a conocer podría perjudicar las futuras relaciones con Joe Biden. El presidente electo de Estados Unidos quiere lograr una mayor coordinación con Europa respecto a la estrategia a adoptar con Beijing;  no sólo en términos de comercio, sino también en el ámbito de los derechos humanos y la seguridad internacional.