Minsk, levantaron el exilio de mons. Tadeusz Kondrusiewicz

Al arzobispo de Minsk se le impedía regresar a Bielorrusia desde el 31 de agosto. Una carta personal del papa Francisco dirigida a Alexandr Lukashenko. La declaración del nuncio, Monseñor Ante Jozic.


Minsk (AsiaNews) – Se espera que el arzobispo católico de Minsk, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, pueda regresar a Bielorrusia entre hoy y mañana para celebrar la misa de Navidad con sus fieles en la capital. Al arzobispo se le negó el retorno al país el 31 de agosto pasado, después de su viaje a Polonia, por sus presuntos “contactos con el exterior” orientados a derrocar al gobierno bielorruso. 

El Ministro de Relaciones Exteriores de Bielorrusia, Vladimir Makei, dijo ayer que durante su visita de la semana pasada, el nuncio, Monseñor Claudio Guggerotti, entregó al Jefe de Estado una carta personal del papa Francisco, que "contiene una petición vinculada a una personalidad conocida, el Metropolitano de Minsk y arzobispo de Mogilev, Tadeusz Kondrusiewicz". Por "respeto al Papa y a las buenas relaciones personales", se informa que Lukashenko ha dado instrucciones "para encontrar una solución" al problema. "La proximidad de la Navidad y otros eventos festivos son una razón más para tomar esta decisión respecto al Metropolitano de Minsk y Mogilev..., a pesar de una serie de cosas negativas respecto a esta persona."

Anoche, Mons. Ante Jozic, nuevo nuncio en Bielorrusia, emitió una declaración en la que se afirma que "por parte de las autoridades competentes del Estado no hay obstáculos para el regreso del arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz".

Mons. Jozic agradece a las autoridades estatales "por haber respondido positivamente a la petición del Papa Francisco de que el arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz pueda regresar para celebrar la Natividad del Señor con los fieles de los que es pastor".

Se espera que mons. Kondrusiewicz regrese a Minsk hoy o mañana. Hace algunos días, el prelado concedió una entrevista a los medios de comunicación polacos en la que destacó que siempre ha trabajado por el Evangelio y por la reconciliación del país, y no para conspirar contra las autoridades del Estado bielorruso.